El tribunal que decidirá sobre Rupnik está compuesto por mujeres y clérigos independientes
El Vaticano quiere «garantizar mejor, la autonomía y la independencia del tribunal que decidirá sobre Rupnik»
El Vaticano, a través del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha anunciado este lunes 13 de octubre que el pasado 9 de octubre se nombraron cinco jueces del tribunal que se ocupará del caso de Marko Ivan Rupnik, al que definen como «reverendo».
«El colegio judicial está compuesto por mujeres y clérigos que no forman parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y no ocupan ningún cargo en los dicasterios de la Curia romana», se lee en el escueto comunicado. Este no informa de los nombres de los seleccionados.
La independencia con la que parece proceder el Vaticano tiene que ver con el deseo de «garantizar mejor, como en cualquier proceso judicial, la autonomía y la independencia del mencionado tribunal», concluye la nota. No aporta más detalles.
Que el juicio empiece
Consultada por EFE, la abogada de cinco de las denunciantes, Laura Sgrò, ha celebrado la decisión del Vaticano y ha expresado su deseo de que «el juicio finalmente empiece» de una vez. «Mis cinco asistidas solicitaron ya hace 18 meses ser reconocidas como parte perjudicada en el procedimiento, por lo que esperamos que su situación se aclare lo antes posible. Llevan demasiados años esperando justicia y la justicia no solo les hará bien a ellas sino también a la propia iglesia», ha comentado la letrada.
Rupnik, que en noviembre cumplirá 71 años, es un cura esloveno muy conocido por ser el autor de mosaicos presentes en las iglesias de todo el mundo. En los últimos años ha sido acusado por varias religiosas de abusos de poder, psicológicos y sexuales durante la década de 1990.

Ceguera de los jesuitas
Tras el escándalo, el prepósito general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, recomendó el proceso que se ha seguido en el santuario de Lourdes con los mosaicos de Rupnik. Recientemente estos fueron tapados como gesto de deferencia hacia las víctimas de abusos sexuales del exjesuita esloveno.
«El obispo de Lourdes realizó un largo proceso de discernimiento con la gente, con la comunidad local, con las víctimas». Este «es el camino que yo recomendaría», aseguró Sosa al ser preguntado en un encuentro con periodistas sobre qué se debe hacer con las obras de arte de Rupnik repartidas por todo el mundo.
Los famosos mosaico se encuentran en lugares tan señalados como el Palacio Apostólico del Vaticano, el santuario de la Santísima Trinidad en Fátima, la sede de la Conferencia Episcopal Española, la catedral de la Almudena o incluso en el departamento de Oncología del hospital Gemelli, donde este año estuvo ingresado el Papa Francisco durante un mes.

Para el prepósito general de los jesuitas, sin embargo, cada contexto tiene su particularidad, por lo que las decisiones a tomar pueden variar en cada caso. No es lo mismo un lugar público que privado o un lugar donde resida una víctima de otro donde no estén presentes.
En el caso de Lourdes, lo primero que se hizo fue dejar de iluminar los mosaicos hasta finalmente cubrirlos, explicó Sosa. Alegó aún así que «no hay una regla única, sino que depende del daño que la presencia de las obras pueda causar» a las víctimas y al público.
El superior general de los jesuitas reconoció también «la ceguera» de la orden durante décadas en relación al caso Rupnik, ya que la primera denuncia fue hace más de 30 años y el escándalo que envuelve sus acciones no estalló hasta finales de 2022. Ello puso en entredicho la gestión de la Compañía de Jesús de estos asuntos.