El Pontífice visita por sorpresa a la histórica líder del Partido Radical italiano
Emma Bonino, que actualmente milita en el partido +Europa, sigue convaleciente en su casa tras haber salido del hospital donde fue ingresada por un grave problema cardiorrespiratorio
Justo después de pronunciar una clase magistral en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma ante la comunidad académica, el Papa se ha dirigido por sorpresa a la casa donde vive la histórica líder del Partido Radical italiano Emma Bonino, aquejada desde hace al menos nueve años de cáncer del pulmón. Bonino se recupera estos días de una grave crisis cardiorrespiratoria por la que fue internada de urgencia en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Roma. Tras darle el alta el pasado 30 de octubre, comunicó su intención de dejar la política por sus problemas de salud.
Según han adelantado varios periódicos italianos y después ha confirmado el portal Vatican News, el Pontífice ha querido así mostrar su cercanía a esta política incansable. Con un turbante en la cabeza y sin perder nunca la sonrisa, no ha dudado en hablar con coraje de su enfermedad a lo largo de estos años en los medios de comunicación italianos. Varios curiosos se detuvieron a saludar al Papa, tras salir de la casa de Bonino, y le preguntaron cómo estaba. «Muy bien», ha respondido Francisco.
No es la primera vez que Francisco se interesa por sus condiciones de salud. Cuatro meses después de anunciar públicamente que tenía cáncer, en enero del 2015, la llamó por teléfono, tal y como explicó ella misma a la emisora de su antiguo partido, llamada Radio Radical. «Ayer por la tarde recibí una llamada tan inesperada como gratificante de su Santidad el Papa; se puso al corriente de mi salud y me animó a ser fuerte», explicó.
Bonino —que en los años 70 promovió un referéndum por la legalización del aborto en Italia— se ha opuesto firmemente a que la Iglesia católica tenga influencia en la vida pública, pero eso no ha impedido que tenga una relación cordial con el Pontífice y que hayan establecido un diálogo, sobre todo, sobre la cuestión de los flujos migratorios. La política italiana ha consagrado su vida al activismo, participando en diversas campañas civiles y humanitarias durante las últimas tres décadas.
Además de ocupar el cargo de ministra de Exteriores con el Gobierno de Enrico Letta, fue comisaria europea de Ayuda Humanitaria y realizó diversos viajes a zonas en conflicto como Somalia, Sudán, Kurdistán, Afganistán o Sierra Leona. También fue una de las principales impulsoras de la operación Mare Nostrum, la misión militar humanitaria de la Unión Europea operativa en el Canal de Sicilia para evitar naufragios, que finalmente fue desmantelada en 2015.
En declaraciones al diario italiano Corriere della Sera, Francisco encomió su labor como mediadora internacional. «Es la persona que mejor conoce África. Y ofrecía el mejor servicio a Italia para conocer África. Me dicen «son personas que piensan muy diferente a nosotros». Es cierto, pero tenga paciencia. Tenemos que mirar a las personas, a lo que hacen», afirmó Francisco.