«El Papa ve tres grandes rupturas: con Dios, con el prójimo y con la naturaleza»

José Cobo: «El Papa ve tres grandes rupturas: con Dios, con el prójimo y con la naturaleza»

El obispo auxiliar de Madrid ha analizado la encíclica Fratelli tutti en TRECE

Begoña Aragoneses
Papa Francisco con Carlos Osoro, Santos Montoya, Jesús Vidal y José Cobo
Foto: Osservatore Romano.

Fratelli tutti es «una gracia no solamente para la Iglesia sino para toda la humanidad». Así lo aseguró el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ante los micrófonos de TRECE, y destacó el hecho de que la nueva encíclica del Papa Francisco ponga el foco en el sustantivo hermanos: «Todos somos hermanos, y eso es lo esencial». Advierte el purpurado que la humanidad vive un momento en el que esto se había olvidado, «estábamos a lo nuestro», pero es «necesario que volvamos a descubrir la grandeza de ser hijos de Dios y por eso hermanos de todos los hombres».

En la misma línea, monseñor José Cobo, obispo auxiliar de Madrid, explicó también en TRECE, en el programa Crónica de Roma del pasado 7 de octubre, que, si bien es cierto que cada Papa ha intentado poner la cuestión social en el centro «porque lo que se trata es cómo el Evangelio va entrando y llevando vida a la humanidad», esta es «especialmente» social, con un lenguaje además «tan fresco».

En todo el magisterio de la Iglesia hay grandes ejes, señaló el prelado, y «el Papa ve que hay tres grandes rupturas en nuestro tiempo: con Dios, con el prójimo y con la naturaleza». En palabras de monseñor Cobo, Evangelii Gaudium fue la gran respuesta a la deshumanización y a la «conversión misionera» que tiene que hacer la Iglesia; con Laudato si manifiesta que estamos todos interrelacionados en la casa común, y Fratelli tittu explica cómo caminar en esa interrelación: con la fraternidad y la amistad social.

Comunidad, prójimo y pobres son los fundamentos de esta nueva encíclica de Francisco, que «en definitiva es la parábola del buen samaritano». Nace, tal y como el propio Pontífice explica en su inicio, al constatar que vivimos en una «sociedad cerrada», en la que la globalización «plantea valores pero no plantea encuentros». El Papa entiende, explicó el prelado, que los aspectos que se cierran deshumanizan, y la propuesta que él hace es una sociedad «poliédrica» donde «cada ser humano es más que un socio: es un prójimo».

Una llamada a la acción

En este momento, en medio de una crisis que «nos ha desfragmentado a todos», Fratelli tutti tiene como sombra esa idea que ya lanzó el Papa en la oración en la plaza de San Pedro en pleno confinamiento: que la humanidad va en la misma barca y que nos salvamos juntos «porque todos estamos relacionados». «Y él quiere ofrecer el norte que da el Evangelio a la sociedad de hoy», añade, en un texto que reivindica gestos concretos como forma de relacionarse, entre otros el de la amabilidad, que «me encanta», confesó el obispo auxiliar.

La encíclica quiere dar «alma» a todo lo que se hace y es una llamada a la acción en aspectos concretos y urgentes como política, migración, guerras, medio ambiente, siempre «haciéndose prójimos —también como estados, indica en otro momento el prelado—, no intentado ayudar o ponerse en planos de superioridad».

Sobre la tentación de caer en el reduccionismo en algunos de los postulados que plantea el Papa acerca del capitalismo, el populismo y el neoliberalismo, monseñor Cobo recordó que «habitualmente la doctrina social de la Iglesia se posiciona sobre todo aquel planteamiento económico que aísla y que no tiene en cuenta a los más pobres». En la encíclica, el Papa «reivindica la centralidad de los pobres en la economía, en la comunicación, en las formas de hacer política, y eso siempre es duro».