El Papa: Si abrimos las puertas a Dios, puede transformar cualquier crisis - Alfa y Omega

El Papa: Si abrimos las puertas a Dios, puede transformar cualquier crisis

Durante el ángelus de este último domingo de Adviento, ha pedido oraciones por Ucrania y ha mostrado su preocupación por una nueva escalada de tensión entre Armenia y Azerbaiyán por el corredor del Lachín

Ángeles Conde Mir
Foto: Vatican Media.

El Papa ha reflexionado este domingo sobre la figura de San José y cómo depositó su confianza en Dios pese a que «el mundo se le vino encima» cuando supo que María estaba esperando un hijo que no era suyo. «¿Qué pudo haber sentido José? Desconcierto, dolor, desorientación, quizá también enfado y desilusión…», se ha preguntado Francisco.

José estaba en crisis porque podía denunciar a María o repudiarla en secreto. José escoge la segunda opción. «Y he aquí que, en el centro de la crisis, precisamente mientras piensa y evalúa todo esto, Dios enciende en su corazón una luz nueva: en sueños, le anuncia que la maternidad de María no procede de una traición, sino que es obra del Espíritu Santo, y el niño que nacerá es el Salvador», ha explicado el Papa.

Así, José entiende que será el padre del Mesías y que tendrá el encargo de cuidar de Él. Para esta empresa será fundamental confiar en Dios por encima de todo y «renunciar a sus confortantes certezas, a sus planes perfectos, a sus legítimas expectativas, y abrirse a un futuro enteramente por descubrir».

«La valentía heroica» de san José

José también da un «sí» a Dios. Por eso, «su valentía es heroica y se realiza en el silencio: José se fía, acoge, se hace disponible, no pide más garantías», ha asegurado el Papa que ha invitado a imitar a san José.

Cuando anhelamos algo que no hemos conseguido o nos enfrentamos a una situación inesperada, «José nos indica el camino: no hay que ceder a los sentimientos negativos, como la rabia y la cerrazón, ¡este es un camino equivocado!». El Papa ha dicho que la forma de afrontar esas circunstancias tiene que ser la opuesta, es decir, «acoger las sorpresas de la vida, incluidas las crisis, teniendo en cuenta que cuando se está en crisis no hay que decidir apresuradamente, según el instinto, sino que, como José, es preciso “considerar todas las cosas” y apoyarse en el criterio principal: la misericordia de Dios».

En esos momentos, ha insistido el Santo Padre, es importante tener la puerta abierta a Dios porque solo así «Él puede intervenir» y «transformar las crisis en sueños» porque los horizontes de Dios son «infinitamente más amplios y hermosos que los nuestros».

Armenia, Azerbaiyán y Ucrania

Tras el rezo de la oración mariana, el Papa ha dirigido su mirada al Este de Europa. En primer lugar, ha lamentado la situación humanitaria en el corredor de Lachín, único contacto de los armenios de Nagorno Karabaj (Artsaj) con el país y que Azerbaiyán ha cerrado impidiendo de esa forma el suministro de medicinas o alimentos. Francisco ha expresado su preocupación por la población civil atrapada en medio del duro invierno.

Y un domingo más, tampoco se ha olvidado de Ucrania: «Pidamos a la Virgen que toque el corazón de quienes pueden parar la guerra en Ucrania, no olvidemos el sufrimiento de ese pueblo, especialmente de los niños, de los ancianos, de las personas abandonadas, recemos, recemos».