El Papa se acerca al mes de hospitalización, pero pasa «una noche tranquila»
El rosario de la plaza de San Pedro pidiendo por su salud se trasladará al aula Pablo VI y se adelantará a las 18:00 h.
El Papa Francisco ha vuelto a pasar «una noche tranquila» —y ya son 25 los días que lleva hospitalizado en el Gemelli— y «ahora está descansando», ha informado esta mañana la Oficina de Prensa de la Santa Sede. La información médica, como de costumbre, se actualizará por la tarde, cuando el equipo que le atiende emita un nuevo parte sobre su situación respiratoria.
Donde sí ha habido cambios en el rosario que se reza a diario en la plaza de San Pedro por la salud del Pontífice. Hasta ahora se rezaba al aire libre a las 21:00 horas. Ahora, sin embargo, la oración mariana se trasladará al aula Pablo VI y adelantará su horario. Según ha explicado el Vaticano, el horario elegido ha sido las 18:00 horas.
El cambio ha estado motivado por la celebración de los ejercicios espirituales que la Curia romana está celebrando durante esta semana. Comenzaron ayer por la tarde con una meditación que pudo ser seguida por el Santo Padre desde el hospital. Y terminarán el próximo viernes 14 de marzo, cuando se cumpla un mes desde el ingreso del Papa en el centro médico. La primera meditación pudo ser seguida por Francisco vía online, y se espera que pueda seguir el resto del mismo modo, aunque el Vaticano no ha informado específicamente sobre este punto.
El nuevo plan para el rosario será el siguiente: Primero se rezarán las vísperas, luego tendrá lugar, a las 17:00 horas la meditación del retiro y a continuación el rosario, que será retransmitido por las pantallas que se encuentran en la plaza de San Pedro.
Creyentes y no creyentes
El último cardenal en dirigir la oración mariana desde la plaza fue el José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación. En su alocución, recordó cómo desde el inicio del pontificado del Papa, «hemos oído su petición de no olvidar orar por él. Es lo que hacemos ahora en la plaza de San Pedro y en todo el mundo, intensificar nuestra oración por el Santo Padre». Pero se trata de un gesto, ha dicho el purpurado, al que no solo se suman los cristianos, sino también «fieles de otras religiones e incluso los no creyentes, quienes se unen a los deseos de buena voluntad en torno a Francisco».
El prefecto concluyó sus palabras rogando «que nuestras oraciones y nuestro afecto le sean cercano y que al mismo tiempo nos convirtamos en más disponibles a acoger el magisterio de la fragilidad y del sufrimiento que estamos recibiendo del Santo Padre». Y añadió: «El suyo es un magisterio precioso que nos responsabiliza en el acogimiento y cuidado de los enfermos, de los pobres y de todos aquellos que sufren. María, custodia de la esperanza, que permanece al pie de la cruz de Jesús nos enseñe el arte de compartir el peso de la cruz».