El Papa, Évole y el debate sobre cómo evangelizar

Hay un debate sobre la forma y el lenguaje a la hora de extender el mensaje del Evangelio. Lo han generado Jordi Évole y el Papa con el documental Amén. Francisco responde, en el que diez jóvenes lanzan al Pontífice preguntas que todo hijo de vecino, sin poner coto o freno a temas difíciles como la sexualidad, el género o los abusos en el seno de la Iglesia. Hemos entrevistado al periodista, que se reconoce no creyente, pero que asegura que querría «una Iglesia como la que representa el Papa», que habla sin tapujos y ofrece un rostro misericordioso a todo aquel que se acerca. Pero también hay quien esto lo ve como una ocasión perdida para proclamar el Reino con todas sus especificaciones en un proyecto que tendrá millones de visualizaciones y, presumiblemente, no de los más convencidos en materia de fe. En estas páginas exponemos ambas posiciones y buscamos que este sano intercambio vaya calando en la sociedad. Porque «se echa de menos una propuesta más atractiva de la mirada cristiana sobre determinadas cuestiones», como dice Orellana, pero «ha vuelto a acercar la Iglesia a mucha gente», como asegura Évole. El debate, decíamos, está servido.