El Papa a los patriarcas católicos de Oriente Medio: «Sean custodios de los orígenes apostólicos» - Alfa y Omega

El Papa a los patriarcas católicos de Oriente Medio: «Sean custodios de los orígenes apostólicos»

Francisco se suma con una carta al Día de la Paz para Oriente, en la que, además, se consagrará la región a la Sagrada Familia

Fran Otero
El Papa Francisco camina junto al patriarca caldeo, Louis Raphael Sako, durante su visia a Irak. Foto: CNS / Paul Haring

El Papa Francisco se ha sumado al Día de la Paz para Oriente, que se celebra este domingo convocado por el Consejo de los Patriarcas Católicos. Una jornada en la que toda la región se consagrará a la Sagrada Familia. Y lo ha hecho a través de una carta a los patriarcas, en la que los anima, además de a pedir «el reconocimiento de sus derechos como ciudadanos de estas tierras», a ser «custodios y testigos de los primeros orígenes apostólicos».

El Pontífice, como ya hiciera en Irak, utiliza la imagen de la alfombra, que es el resultado de entrelazar numerosos hilos que, unos junto a otros, «se convierten en una obra maestra». «Si la violencia, la envidia, la división rompen uno de esos hilos, el conjunto está herido y desconfigurado», agrega.

En este sentido, recuerda que «los proyectos y acuerdos humanos poco pueden hacer si no confiamos en el poder sanador de Dios». Y continúa: «No sacies tu sed en las fuentes envenenadas de odio, sino deja que los surcos de tu corazón se rieguen con el rocío del Espíritu, como los grandes santos de vuestras tradiciones».

Según recuerda, han sido muchas las civilizaciones e imperios que han surgido, florecido y luego han caído, con sus obras y conquistas: «Todo ha pasado». Sin embargo, subraya, «la Palabra de Dios ha seguido siendo una lámpara que ha iluminado e ilumina nuestros pasos».

«Sean de verdad la sal de sus tierras, den sabor a la vida social contribuyendo a la construcción del bien común, según esos principios de la Doctrina Social de la Iglesia tan necesitada de ser conocida, como había señalado la exhortación apostólica Ecclesia in Medio Oriente y como ha querido recordar la conmemoración del 130 aniversario de la encíclica Rerum novarum», afirma.

Francisco también se refiere a la consagración de toda la región a la Sagrada Familia, que «representa bien la identidad y la misión» de los católicos. «Misterio de humildad y despojo, como en el nacimiento de Belén, reconocido por los pequeños y los lejanos, pero amenazado por los más apegados al poder terrenal», concluye.

La peor enfermedad

Antes del rezo del ángelus, el Papa Francisco ha reflexionado, al hilo del Evangelio del día, sobre la enfermedad. Tras preguntarse cuál es la peor enfermedad de la vida, ha respondido con fuerza: «La peor enfermedad es la falta de amor, es no poder amar». Por tanto, ha manifestado que la curación que más importa «es la de los afectos». «Pero, ¿cómo encontrarla? Podemos pensar en nuestros afectos: ¿están enfermos o tienen buena salud? ¿Están enfermos? Jesús es capaz de curarlos», ha añadido.

En este sentido, ha reconocido que en ocasiones buscamos «remedios equivocados para saciar nuestra falta de amor». En concreto, se ha referido al éxito y al dinero: «Nos refugiamos en lo virtual, pero el amor es concreto. No nos aceptamos tal y como somos y nos escondemos detrás de los trucos del mundo exterior, pero el amor no es apariencia».

Tras la oración mariana y ante la próxima fiesta de los santos Pedro y Pablo, Francisco ha pedido a los fieles que recen «de forma especial» por el Papa. «Necesita vuestra oraciones! Gracias. Sé que lo haréis», ha añadido. También se ha referido al Día por la Paz en Oriente y ha enviado su cercanía a los habitantes del sureste de República Checa afectados por un huracán.