El obispo de Zamora vivirá en un piso de 75 metros: «Para mí solo no necesito casi nada» - Alfa y Omega

El obispo de Zamora vivirá en un piso de 75 metros: «Para mí solo no necesito casi nada»

Fernando Valera dejará el palacio episcopal, que será ocupado por los sacerdotes mayores de la diócesis. «La casa del obispo está orientada al sur, así que en invierno le da el sol. Es muy luminosa. Van a estar muy a gusto», asegura en entrevista con Alfa y Omega

José Calderero de Aldecoa
El prelado durante la apertura del Jubileo de 2025 en Zamora
El prelado durante la apertura del Jubileo de 2025 en Zamora. Foto: Diócesis de Zamora.

¿Por qué ha decidido dejar el palacio episcopal?
Estamos inmerso en un proceso de cambio de estructuras, organizativo, para adecuarnos tanto a la realidad social de la diócesis como del clero. Concretamente, en la actualidad estamos dando pasos para adecuar las infraestructuras a las necesidades. Lo que ocurría es que la casa sacerdotal está ya muy mal. Necesitaba un arreglo en profundidad. Tiene 60 habitaciones, pero solo están ocupadas 20. No podemos tener un edificio enorme para tan pocos sacerdotes. Con lo que gastamos en calefacción, se pueden pagar muchas otras cosas.

La casa del obispo, en ese sentido, es perfecta para ellos. Es muy bonita y con poco dinero se puede adecuar para acogerles. Está orientada al sur, así que en invierno le da el sol. Es muy luminosa. Van a estar muy a gusto. Al final, se trata de dedicar el mejor edificio sostenible para nuestros curas mayores. Es decir, hay una intención de hacer sostenible la Iglesia de Zamora, y también de adecuar nuestros modos de vida a lo que necesitamos.

¿Usted a dónde va a ir?
Me voy a trasladar a una casa parroquial que está aquí cerca, en el centro. Es un piso de 75 metros cuadrados, pero la planta baja tiene la posibilidad de una entrada, de un recibidor. Está muy bien y, además, en ella no se requiere de muchos servicios. Al final, para mí solo no necesito casi nada.

Los últimos años antes de ser obispo, por ejemplo, me desenvolvía en una habitación y un despacho en el seminario, que luego además me recortaron para meter un ascensor en el edificio. Ahora, el despacho oficial, como obispo, lo tengo en el edificio donde está la curia. Allí recibo a la gente y podemos reunirnos todos. Luego la casa, pues es una casa normal.

¿Cuándo se va a trasladar?
No es un tema que vaya a ser de hoy para mañana, aunque este proceso ya está aprobado primero por el consejo de Gobierno, luego por el consejo de asuntos económicos y también por el colegio de consultores.

¿Ha influido el ejemplo del Papa?
Sí. Hay gestos del Papa que son simbólicos y los símbolos traspasan a las personas. De igual modo, busco que nuestros modos de vida concretos sean más sencillos. Al final, un obispo, en el modo de ser, de estar, pues no es más que un sacerdote normal. De esta forma, no es una iniciativa nuestra. Es la misma Iglesia quien nos va llevando en este proceso de escucha, sinodal, de estar atentos a la realidad social y eclesial.