El obispo de Bilbao: «La reconciliación social en el País Vasco es más posible ahora»
La relación con el Gobierno vasco en materia de educación es «excelente» y «el entendimiento es muy grande»
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha dicho que ve «más posible ahora» que hace unos años la reconciliación social en el País Vasco después del fin de la violencia de ETA, y, tras desear que «ojalá sea pronto», ha dicho que la Iglesia quiere llevar «el poder del perdón» a una sociedad que «se reconcilie y camine como hermanos, construyendo un futuro lleno de esperanza».
En su intervención este miércoles en el desayuno informativo de Forum Europa Tribuna Euskadi, Iceta ha precisado que la tarea de la Iglesia «no es el ámbito político, sino en el ámbito pastoral, y en este momento, es una tarea, sobre todo, de persona a persona».
Iceta ha asegurado que los obispos anteriores han hecho «un esfuerzo ímprobo y han escrito preciosos documentos» sobre la paz y la reconciliación, por lo que, a su entender, «sobre este tema está todo escrito», de forma que «los obispos que hemos llegado al final poco más podíamos decir de un magisterio profundo, pensado y desgranado».
«Lo que hacemos ahora es llevar a la práctica este acompañar a todas las personas que están heridas o dolidas, y es un acompañamiento a título personal, también con encuentros de diversos signos y circunstancias en este doloroso asunto». «En este caso, sí se está acompañando a estas personas y facilitando este tipo de encuentros», ha afirmado.
Tras asegurar que ve «más posible ahora» que hace unos años la reconciliación, ha dicho que «en eso estamos, y ojalá que sea pronto esa reconciliación, esa fraternidad estable». «Más allá de la convivencia, que es tarea de las instituciones, nosotros vamos a un elemento más profundo, que es una dimensión moral, que en el fondo es una gracia de Dios», ha añadido, para referirse al «poder de perdonar, que es el poder más grande que tiene el ser humano».
Así, ha instado a «pensar cada uno de nosotros a quien no hemos perdonado todavía». «Ese es nuestro camino, ese es el poder de Dios, la misericordia y el perdón, y ese es el poder que nosotros queremos llevar a la sociedad, una sociedad que se perdone, que se reconcilie, y camine como hermanos, construyendo un futuro lleno de paz y de esperanza», ha reiterado.
Sobre si la Iglesia debería involucrarse y pronunciarse en la vida política, Iceta ha dicho que la Iglesia «tiene siempre que pronunciarse pero desde su especificidad, que es Iglesia». Según ha remarcado, la Iglesia «no es un agente político al uso, tiene el deber de pronunciarse, pero muchas veces se le confunde con un tema político».
«Nosotros nos pronunciamos desde el Evangelio, y queremos ser fieles a un discipulado de alguien que nos ha llamado, que se llama Jesús, y que nos invita a llevar su mensaje de alegría, reconciliación y fraternidad al mundo, y desde ahí tenemos que pronunciarnos», ha manifestado.
En relación al trabajo de la diócesis de Bizkaia para formar y reciclar a los catequistas laicos, Iceta ha destacado el «grandísimo esfuerzo continuo en renovación de materiales, para que sean más cercanos a la cultura de hoy», así como la «gran labor en traducción de materiales al euskera». Asimismo, ha explicado que trabajan en la «formación continua de los catequistas y de los padres y madres para que sean los primeros catequistas de sus hijos».
Preguntado por si cree que la transformación de la Iglesia debe darse de forma rápida para «no llegar tarde de nuevo», Iceta ha señalado que la Iglesia es «una institución de 1.200 millones de personas y pluricultural». «La Iglesia es muy grande, y, por lo tanto, elementos para toda la iglesia universal y para que todo eso cale lleva su tiempo», ha advertido, para asegurar que «la Iglesia genera procesos y va cambiando».
Iceta ha considerado, por otro lado, que «muchos problemas en el mundo vienen de no reconocer que somos hermanos y que tenemos un padre», y ha advertido de que «el tema teológico no solo es para cultivar cosas escolásticas, sino que tiene una gran repercusión en la vida».
Gobierno Vasco
Sobre la relación con el Gobierno vasco en materia de educación, el obispo de Bilbao ha dicho que es «excelente», y ha destacado «el trabajo en red de los municipios, las administraciones locales, forales y autonómicas, y la Iglesia» para señalar que «todos tenemos una gran conciencia de trabajar por el bien común, cada uno desde su especificidad, y trabajando en red». En ese sentido, ha felicitado a las administraciones y ha asegurado que «el entendimiento es muy grande».
«El trabajo y la sinergia para el bien común en todos los aspectos es fructífero y es modelo a imitar el cómo es posible entre diversas administraciones hacer sinergias y potenciar el bien común, que es al que todos queremos servir», ha añadido.
En relación al papel que deben tener quienes, sin ser católicos, comparten con la Iglesia «las grandes obras sociales necesarias y de gran impacto para la sociedad», Iceta ha dicho que «sí pueden compartir las grandes obras, desde la diferencia de planteamientos». El obispo de Bilbao ha indicado que la Iglesia «quiere hacer su aportación humilde y sencilla desde su perspectiva, y que coincide con muchas acciones que no parten de los mismos principios, pero que si buscamos el bien de las personas y el progreso de la humanidad».
También se ha referido a la participación de la mujer en la Iglesia para citar al Papa cuando dice que «las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente».
«El servicio reservado a los varones como signo de Cristo esposo que se entrega en la Eucaristía, como también dice el Papa, es una cuestión que no se pone en discusión, pero puede volverse particularmente conflictiva si se identifica demasiado la potestad sacramental con el poder», ha agregado.
En ese sentido, ha precisado que, en la Iglesia «la potestad sacramental no es de poder, es de servicio». «No hay que olvidar que cuando hablamos de la potestad sacerdotal nos encontramos en el ámbito de la función, no de la dignidad ni de la santidad, y que el servicio ministerial es uno de los medios que Jesús utiliza al servicio de su pueblo, pero lo gran dignidad viene del bautismo, que es accesible a todos», ha remarcado.
Según ha advertido, «la configuración del sacerdote con Cristo cabeza no implica una exaltación que lo coloque por encima del resto, ya que en la Iglesia las funciones no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros».
Tras asegurar, en referencia a las mujeres y a los homosexuales, que «la Iglesia no deja fuera de su comunión a ninguna persona, y toda persona humana tiene su puesto, su lugar, su acogida, y su abrazo en el seno de la Iglesia», Iceta ha reconocido que las comunidades cristianas se van reduciendo, por lo que ha apostado por «dar un salto y pasar de acompañar de modo impersonal a acompañar de modo personal».
«Que haya menos gente nos ayuda a esto, a acompañar personalmente. El que seamos menos tiene que hacer ganar en calidad. La gente está necesitada de este acompañamiento y de que se le escuche. Somos menos, aumentemos en calidad», ha concluido.
Europa Press / Redacción