El nuevo obispo de Madrid espera mucho de los niños - Alfa y Omega

El nuevo obispo de Madrid espera mucho de los niños

Ricardo Benjumea
Monseñor Osoro reparte chocolatinas a los niños que se acercaron, el pasado viernes, a llevar flores a la Virgen de la Almudena

El nuevo arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, espera mucho de los niños. Lo dijo el viernes pasado al encontrarse por primera vez con un grupo grande de chicos. Cuando le pregunten a don Carlos qué es lo más importante para él, dirá: «Los niños de Madrid que aman a Jesucristo: ésta es mi carta de presentación». Y su mejor regalo, también «son los niños de Madrid, que enseñen a todos a amar como amó Jesucristo», en todas partes, «en casa, en vuestras familias, con vuestros amigos, con quienes os rodean…».

Don Carlos dijo esto durante la ofrenda floral a la Virgen de la Almudena, la Patrona de Madrid. Su fiesta es el 9 de noviembre, y mucha gente le lleva flores los días anteriores. El viernes por la mañana, era el turno de los colegios. Había confirmados unos 5.000 niños, pero al final vinieron varios colegios más.

Durante toda la mañana, fueron llegando grupos de niños a llevar flores a la Virgen, a cantarle canciones y leerle poesías. Sobre las once y media, apareció el nuevo arzobispo de Madrid con una cesta llena de chocolatinas para repartir. Don Carlos rezó con ellos el Avemaría y les dio su bendición. En ellos, bendijo también «a todos los niños de Madrid, a los que creen, como vosotros, y a los que a lo mejor no saben todavía quién es Jesús».

El arzobispo aprovechó para darles una pequeña catequesis sobre el significado de la ofrenda de flores: «Estáis poniendo flores a la Virgen. ¿Sabéis lo que significa esto? Mirad, esas flores sois vosotros. Cuando queremos a una persona, cuando le queremos decir algo importante y no tenemos palabras, le regalamos una flor. Hoy, esas flores son los niños de Madrid. Sois un regalo para la Virgen».

Ser como flores, cada día

Es muy importante llevarle flores a María para decirle cuánto la queremos, a ella que tanto «nos cuida y nos quiere». Pero además de decírselo con flores un día al año, hay que hacerlo cada día con obras que a ella le gustan, como ayudar a los demás, en lugar de ser egoístas. No siempre es fácil. Por eso tenemos que pedirle ayuda a la Virgen, «ponernos en sus brazos» -decía don Carlos-, como el Niño Jesús, que está en brazos de la Patrona de Madrid.

Don Carlos Osoro dejó también un mensaje importante para que los mayores se dieran cuenta de lo necesario que es atender a los niños y darles la mejor educación posible, también religiosa. «Mirad, cualquiera de vosotros, todos, sois como una gran ventana, la ventana más grande que pueda existir, en la que se ve todo. Porque un niño, una niña, pueden llegar a ser todo, ¡todo! Pero es muy importante que tengáis al lado a gente que sea capaz de no cerrar nada, de no taparte este ojo, de no taparte este oído, de no taparte la mente… ¿Por qué? Porque si te tapan algo, ya no eres una ventana abierta. Es necesario que abramos las ventanas. Tenemos que empeñarnos todos en que tengáis todas las ventanas, de tal manera abiertas, que lleguéis a conocer la verdad suprema, que es Nuestro Señor».