¿El móvil o la política? - Alfa y Omega

¿El móvil o la política?

Cristina Sánchez Aguilar
Los participantes en el debate, moderados por el director de Medios del Arzobispado de Madrid, Rodrigo Pinedo (en el medio)
Los participantes en el debate, moderados por el director de Medios del Arzobispado de Madrid, Rodrigo Pinedo (en el medio). Foto: Alicia Gómez-Monedero.

Por un lado, a los jóvenes no les interesa la política. Por otro, es el momento de responsabilizarse y dar paso a la acción. Estas son las dos grandes conclusiones a las que llegaron los participantes en la Noche Joven del XVII Congreso Católicos y Vida Pública, celebrada el viernes en el salón de actos del Colegio Mayor San Pablo.

«¿Por qué votamos al partido menos malo?», se preguntaba una alumna de la Universidad CEU San Pablo en el debate. «¿Por qué no hay ningún político que represente a los ideales católicos?», añadía. El secretario nacional de jóvenes de la ACdP, Diego Vigil de Quiñones respondió que «el problema es el orden de prioridades. Somos responsables de conservar la democracia, pero no somos conscientes de ello». Esto desemboca en que, en lugar de que los jóvenes participen activamente en política «y puedan ellos mismos ser los impulsores de asociaciones e incluso de futuros partidos políticos, estemos más preocupados por atender el teléfono móvil o ir a tomar unas cañas», añadió Cristina Sánchez, redactora del semanario Alfa y Omega.

El motivo es que «en nuestra generación hay desinterés por la política. No nos han vendido un modelo político que nos enamore», recordó el padre Damián, sacerdote redentorista que participó en el programa de televisión La Voz. Pero «el subtítulo del congreso —responsabilidad y bien común— es la clave. Somos parte del cambio que podemos ejercer en la sociedad».

Maite Cereceda, subdirectora de Formación e Identidad de la Universidad Santo Tomás de Chile puso como ejemplo el movimiento estudiantil de los pingüinos, formado en 2006 y cuyo objetivo era reformular la calidad de la enseñanza y el rol del Estado como agente en dicho proceso. «Todo el mundo respetaba este movimiento, y de él salieron grandes líderes estudiantiles. Muchos católicos formaban parte de él». Maite animó a los presentes a «hacer lío, pero lío responsable».

Ya hay quien hace lío en España. Por ejemplo, Isabel Benjumea, directora de la Red Floridablanca y participante en el congreso. Isabel es una de las fundadoras de este espacio, en el que se reúnen jóvenes —y no tan jóvenes— con inquietudes políticas de centro-derecha con el objetivo de recuperar los valores tradicionales de esta tendencia política. «Han olvidado las ideas que defienden», afirmó durante su intervención. Benjumea lamentó que «si no tenemos claras las ideas en las que creemos, es muy difícil articular políticas que las defiendan» y reconoció que, frente al desencanto general, «sí hay una serie de premisas que la juventud esta demandando».