El mensaje de la Inmaculada: «Todo es gracia»

«El mensaje de la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María se puede resumir con estas palabras: Todo es gracia, todo es don gratuito de Dios y de su amor por nosotros». Así lo dijo el Papa, el pasado lunes, en la festividad de la Inmaculada. Por la mañana, tras el rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro, Francisco señaló que lo primero que se le pide al cristiano, como María, es escuchar a Dios y acoger su voluntad: «Según la lógica evangélica, ¡nada es más activo y fecundo que escuchar y acoger la Palabra del Señor, que viene del Evangelio, de la Biblia! El Señor nos habla siempre. La actitud de María de Nazaret nos muestra que el ser viene antes del hacer, y que es necesario dejar hacer a Dios para ser verdaderamente como Él nos quiere». Y añadió: «Frente al amor, a la misericordia, a la gracia divina derramada en nuestros corazones, la consecuencia que se impone es una sola: la gratuidad. Ninguno de nosotros puede comprar la salvación; es un don gratuito del Señor». Por la tarde, al renovar la tradicional ofrenda floral a la estatua de la Inmaculada Concepción de la Plaza de España, el Papa dirigió una oración a la Virgen en la que le dijo: «Somos tus hijos, hijos de la Inmaculada», y «saber que sobre ti el mal no tiene poder, nos llena de esperanza y fortaleza en la lucha diaria que debemos realizar en contra de las amenazas del Maligno».