El israelí y el palestino que trabajan juntos por la paz: «Queremos que el Papa sea nuestro embajador» - Alfa y Omega

El israelí y el palestino que trabajan juntos por la paz: «Queremos que el Papa sea nuestro embajador»

Maoz Inon y Aziz Sarah volvieron a encontrarse con el Pontífice tras abrazar a Francisco el año pasado en el Arena de Paz, en Verona. «El único interlocutor válido que tenemos es la Iglesia», asegura un organizador

María Martínez López
Aziz Sarah da la mano al Pontífice durante la audiencia del 30 de mayo. A su derecha está Maoz Inon.
Aziz Sarah da la mano al Pontífice durante la audiencia del 30 de mayo. A su derecha está Maoz Inon. Foto: CNS.

Al israelí Maoz Inon no le falta ambición. Experto en turismo para la paz, cuando Hamás mató a sus padres el 7 de octubre se sumó a InterAct, organización del palestino Aziz Sarah (también víctima del conflicto). Juntos, pretenden lograr una paz estable en Tierra Santa en 2030. «Queremos que León XIV sea nuestro embajador ante los líderes mundiales». Puede «animarlos a ser valientes y poner fin a esta guerra», además de «formar una coalición multinacional y multirreligiosa» que apoye esta meta. Cree incluso que podría «llamar a los líderes árabes y al G7 para una cumbre en el Vaticano» que promueva «reconocer y garantizar la existencia y seguridad de Israel y pedir un Estado palestino independiente y seguro».

Inon confía en el Papa para este papel también por sus palabras de amistad hacia el pueblo judío en el inicio de su pontificado. «Han sido muy importantes. Estoy agradecido de que haya transmitido que el mundo y el Vaticano no permitirán un segundo holocausto. Estamos traumatizados, y la forma de sanar de un trauma es que se reconozca». Señala que «ocurre lo mismo con los palestinos. Sin comparar», pide «reconocer que ambos pueblos sufren y que es tiempo de canalizar el dolor en sanación». A la pregunta de si le plantearon esta invitación al Pontífice en el «significativo» encuentro del pasado viernes, admite que «no queremos presionarle demasiado». Aún.

Maoz Inon, israelí cuyos padres fueron asesinados por Hamás el 7 de octubre y Aziz Sarah, palestino cuyo hermano fue asesinado por un soldado israelí

«Encontrarnos con Francisco fue una experiencia que te cambia la vida», afirma Inon. «Pidió al público sentir nuestro valor y luego nos invitó a abrazarlo».

Inon y Sarah son conocidos por el abrazo que conmovió al Papa Francisco el 18 de mayo de 2024 durante el encuentro Arena de Paz, en Verona. Este 30 de mayo saludaron a su sucesor. La diócesis y el Ayuntamiento de la ciudad habían logrado hace meses una audiencia con el Papa argentino por el aniversario. Al morir él, la dieron por cancelada. «La sorpresa fue que unos días antes nos llegó una invitación de la Santa Sede. Tiene gran valor porque significa continuar el camino de Francisco», subraya Antonio Soffientini, comboniano y uno de los organizadores de Arena de Paz 2024.

Estas citas «no son encuentros puntuales» sino hitos del «camino que hacemos los grupos y los movimientos populares italianos por la paz». Por eso no tienen periodicidad fija —la anterior fue en 2014— sino que se convocan cuando se ve necesario. Se están planteando hacerlo de nuevo en 2026. «No hace falta ser experto» para entender la urgencia. «Lo que más me preocupa es que nuestros ojos están fijos» en el «terrible» conflicto en Ucrania y el «genocidio» en Gaza, pero «hay otras situaciones preocupantes» como las guerras en Sudán —«la peor crisis humanitaria actual»—, República Democrática del Congo o Myanmar. «Y la reacción es gastar más en armas. ¡Qué respuesta más pequeña y sin sentido!».

Posible jubileo en otoño

Frente a esto y al desprestigio de instituciones internacionales como la ONU, «el único interlocutor válido que tenemos es la Iglesia», asegura Soffientini. Un diagnóstico en el que se ratificó tras escuchar a León XIV. Confía en su compromiso con esta causa. De hecho, adelanta que esperan que se convoque un Jubileo de los Movimientos Populares para otoño. De las palabras del Santo Padre, se queda con su «si quieres la paz, prepara instituciones de paz» que trabajen «de manera concreta y desde abajo».

Es lo que los movimientos populares hacen. Por ejemplo, desde el Arena de Paz «los combonianos y otros organizamos acciones para visibilizar las guerras olvidadas». Y la diócesis de Verona ha organizado una Escuela de Paz —que se repetirá— en la que 40 personas se han formado sobre el tema durante todo el curso. «Es interesante porque es un trabajo cultural de construcción de paz». Bastantes universidades italianas trabajan en la misma línea, apunta.

Esta siembra «no lleva, casi seguro, a parar las guerras. Pero sí crea un terreno fértil para hablar de paz». Inon coincide. Su apuesta «cada vez tiene más acogida», asegura. Tras el 7 de octubre «quizá era el único israelí que lloraba por los niños de Gaza y pedía un embargo de armas». Ahora, «hay manifestaciones diarias en todo Israel. Cada vez más académicos firman cartas contra la guerra y más soldados se niegan» a combatir.

Pequeños grandes pasos
  • 8.000 asistentes a la People’s Peace Summit, evento por la paz celebrado en Jerusalén el 8 y 9 de mayo.
  • 21 de septiembre. En el Día Internacional de la Paz InterAct y otras entidades convocan una manifestación en Jerusalén.
  • 36 centros forman la Red de Universidades Italianas por la Paz, que ha creado su primer doctorado.
  • 9 al 12 de octubre. Perugia (Italia) acoge la Asamblea de la ONU de los Pueblos. Concluirá con una marcha del Movimiento por la Paz a Asís.
  • El plan de InterAct para la paz en Tierra Santa se basa en soñar con una paz estable, difundir su sueño, darle legitimidad pública, pedir un cambio de política que se aleje de la «inversión en herramientas de destrucción» y suscitar en los líderes israelíes y palestinos la voluntad para aplicarlo.
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