El cardenal Rouco invita a los párrocos a impulsar la Acción Católica. Seglares, disponibles para lo que el obispo necesite
La situación de Acción Católica fue uno de los temas que los obispos abordaron en la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, celebrada en noviembre. La semana pasada, el cardenal arzobispo de Madrid predicó con el ejemplo, y participó en un encuentro de la Acción Católica General, en el que sus responsables explicaron a los párrocos madrileños lo que esta asociación de laicos puede aportar para revitalizar las parroquias
En su mensaje al Foro Internacional de Acción Católica, celebrado en agosto de 2012 en Rumanía, el Papa señalaba: «Asumid y compartid los programas pastorales de las diócesis y de las parroquias, favoreciendo ocasiones de encuentro y de sincera colaboración con los demás componentes de la comunidad eclesial, creando relaciones de estima y de comunión con los sacerdotes, con vistas a una comunidad viva, ministerial y misionera».
El arzobispo de Madrid, cardenal don Antonio María Rouco Varela, y muchos otros obispos españoles se han propuesto impulsar Acción Católica General (ACG), asociación diocesana que tiene en la parroquia su espacio vital propio. A su vez, ACG se ofrece a las parroquias para impulsar un laicado bien formado, evangelizador y disponible para ayudar a los párrocos.
El cardenal Rouco Varela destacó, en el encuentro con la ACG, celebrado, el pasado 12 de diciembre, en el Seminario Conciliar de Madrid, que la asociación puede volver a ser un «elemento de trabazón en las parroquias», y animó a sus responsables a seguir dándose a conocer a los párrocos de la diócesis, a través del Consejo del presbiterio diocesano y de las reuniones de arciprestazgo y de Vicaría. El cardenal arzobispo puso de manifiesto la importancia que tiene para la diócesis de Madrid que la Acción Católica «funcione bien» en las parroquias. También recordó la importancia histórica de la AC: «Realidades eclesiales como Cursillos de Cristiandad nacieron en el seno de Acción Católica. Y Cursillos, a su vez, fue la cuna del Camino Neocatecumenal».
Don Ignacio López, párroco de San Fulgencio y San Bernardo (Madrid), destacó en su intervención que los miembros de Acción Católica «están muy comprometidos con la actividad parroquial. Me ayudan a organizar las convivencias, campamentos de verano y reuniones mensuales; participan en los actos litúrgicos y la vida sacramental… Son jóvenes y adultos que cuidan mucho su formación cristiana, tienen espíritu apostólico, buscan acompañamiento espiritual, participan en Ejercicios espirituales… Todo muy relacionado con la vida parroquial, fomentando entre los demás fieles el afecto a los pastores y el cariño a la Iglesia».
Al servicio de los párrocos
Este párroco también señaló que, de entre los jóvenes de AC de su parroquia, han surgido vocaciones para el sacerdocio y la vida religiosa. En esos casos, «el acompañamiento espiritual ha sido muy importante».
La Acción Católica no tiene sacerdotes propios, pues es una asociación de laicos. Los miembros de la asociación acuden al sacerdote que deseen para pedir su acompañamiento espiritual.
Don Jesús Vidal, consiliario de la ACG de Madrid, recordó que generaciones enteras de españoles fueron formadas en la Acción Católica. Y se preguntó: «¿Puede la AC volver a ser una fuerza que anime nuestras parroquias y genere santos, como lo fue hace años? Relanzar y renovar la Acción Católica no es fácil, pero será un trabajo que dará mucho fruto, pues AC sigue siendo un instrumento idóneo para la evangelización».
En la actualidad, dijo, son pocas las parroquias en las que está presente la Acción Católica: 60 en Madrid. Pero, «si estuviera más extendida la asociación, habría más vocaciones de apóstoles seglares, comprometidos con Acción Católica».
El Presidente de la ACG de Madrid, don José Ramón García Herrero, hizo un repaso de la presencia de la Acción Católica en las parroquias de Madrid, de los grupos para niños, jóvenes y adultos actualmente existentes. También señaló, como objetivos diocesanos para este curso, apoyar la Misión Madrid y organizar la Asamblea Nacional de Acción Católica General, que tendrá lugar en Madrid, del 1 al 4 de agosto de 2013.
García Herrero recordó que la Acción Católica «no tiene un programa pastoral propio, sino el de las diócesis y parroquias. Estamos al servicio de los obispos y de los párrocos. Nuestra asociación no fructifica sin el apoyo de los párrocos».
Laicos bien formados
Entre los asistentes al acto, se encontraba doña María José de la Esperanza, vicepresidenta de la ACG de Madrid y responsable de la sección de adultos. En conversación con Alfa y Omega, subrayó que la Acción Católica se ofrece a las parroquias para «dar fuerza al laicado y consistencia a los seglares que no participan en movimientos. Queremos ser un factor de cohesión en las parroquias, y dar a los fieles una visión diocesana». Según doña María José, «son necesarios laicos bien formados que evangelicen. Para ello, nos proponemos estar presentes en más parroquias, y organizamos actividades abiertas a todo el mundo».
En los próximos meses, la ACG participará en la tradicional Javierada, organizará campamentos y convivencias para niños y jóvenes, Ejercicios espirituales para familias… La asociación cuenta con ocho grupos de niños en parroquias de Madrid. Don Gabriel González, responsable del sector de niños de la ACG de Madrid, señala que el objetivo de la asociación es que «haya muchos niños comprometidos con el Señor en las parroquias.
Acabamos de apoyar el Encuentro Diocesano de Niños, y vamos a ayudar en la Misión Madrid. Intentamos que surjan iniciativas en las parroquias, y queremos ayudar sobre todo a las más pequeñas». En abril de 2013, tienen previsto organizar una convivencia para 250 niños en El Atazar (Madrid).
Uno de los sacerdotes asistentes al acto, don Jorge González, es párroco de Nuestra Señora de Fátima. Contó a este semanario que los niños, jóvenes y adultos de la Acción Católica tienen una gran disponibilidad para ayudar en lo que haga falta: Cáritas, liturgia, catequesis… «La revitalización de Acción Católica puede dar una respuesta al hombre de hoy», dijo.
Don José Ramón García Herrero fue elegido presidente de Acción Católica General de Madrid, el pasado mes de mayo. Es profesor de instituto, está casado, tiene tres hijos y es un entusiasta de la Acción Católica. Conoció la AC en su parroquia, Nuestra Señora de los Dolores (Madrid), a finales de la década de los ochenta.
«Yo llevaba muchos años buscando mi sitio en la Iglesia. Había conocido muchos grupos y realidades eclesiales, a las que aprecio mucho y en las que tengo muy buenos amigos. Pero, cuando conocí la Acción Católica, me di cuenta de que éste era mi espacio en la Iglesia. Uno tiene que encontrar su lugar en la Iglesia, donde esté a gusto».
Don José Ramón señala que su principal objetivo, para el trienio en el que presidirá la ACG de Madrid, es la «extensión de la Acción Católica al mayor número de parroquias. AC es un don de la Iglesia, y queremos estar en más parroquias. Ofrecemos nuestro servicio porque pensamos que la Acción Católica es una herramienta muy válida hoy. Queremos resurgir a nivel diocesano y nacional».
El Presidente de la ACG de Madrid explica que «el camino de la Acción Católica es una vocación, una llamada del Señor, que te va guiando. Nos comprometemos a servir a la Iglesia, codo con codo con nuestro párroco. Recibimos formación cristiana, asistimos a retiros mensuales, a Ejercicios espirituales anuales… Pero no hay convocatorias obligatorias. Y podemos buscar un director espiritual con total libertad».
Según don José Ramón, la Acción Católica «ofrece a los pastores un servicio comprometido, maduro, cercano. Entiendo que los obispos quieran revitalizar la AC, porque estamos pendientes de lo que nos pidan. Nuestra espiritualidad es diocesana. En los años 40 y 50, Acción Católica era la gran oferta que había en España para los laicos. Ahora, los seglares pueden elegir entre otras muchas realidades eclesiales. Pero desde finales de los 80, se está produciendo un resurgimiento de la Acción Católica. Y queremos que vaya a más».
Por otra parte, en la Acción Católica hay también un amplísimo y diversificado ámbito de compromiso evangélico para todas las edades y sectores de la comunidad católica.