El cardenal francés que denuncia a la vez «criminalizar al migrante» y «la degradación» de los barrios - Alfa y Omega

El cardenal francés que denuncia a la vez «criminalizar al migrante» y «la degradación» de los barrios

Jean-Marc Aveline recibió a Francisco en Marsella durante su visita en 2023 y pide abordar las migraciones con una «línea profética» y la búsqueda del «bien común»

Rodrigo Moreno Quicios
Jean-Marc Aveline con el Papa Francisco en Marsella en 2023
Jean-Marc Aveline con el Papa Francisco en Marsella en 2023. Foto: CNS / Lola Gómez.

Jean-Marc Aveline tiene 66 años, nació en Argelia, es arzobispo de Marsella y cardenal desde 2022. Célebre por sus iniciativas de diálogo interreligioso, fue uno de los encargados de recibir al Papa Francisco durante la visita a su diócesis entre el 22 y el 23 de septiembre de 2023 para clausurar los Encuentros del Mediterráneo. Fue un viaje apostólico en el que se abordó en profundidad el reto migratorio, las tensiones geopolíticas en la región y en el que el Pontífice reiteró que rescatar migrantes es «un deber de la humanidad». El cardenal, por su parte, encomendó a la Virgen desde la basílica de Nuestra Señora de la Guardia «a todos los habitantes de las costas del Mediterráneo y a todos los que afrontan el peligro del mar».

Durante un encuentro previo al viaje con periodistas en el Centro Español de Estudios Eclesiásticos de Roma al que acudió Alfa y Omega, Jean-Marc Aveline ya señalaba la necesidad «evitar criminalizar al emigrante que huye como si fuera la causa de todos los males universales». En aquella charla con este semanario, el arzobispo de Marsella se mostraba escéptico con el discurso «irenista sobre la acogida para todos, sin límites, utilizado por personas que no viven en ciertos barrios ni viven las guerras que hemos visto en ellos» —haciendo especial referencia al tráfico de drogas—. Al mismo tiempo, era crítico con el modo en que su país había abordado la integración de estas personas, pedía «evitar la ingenuidad» y reconocía que muchos vecindarios de Europa —como algunos en su propia sede episcopal— se enfrentan al «alto desempleo» y «la degradación».

Según este purpurado, es absolutamente indispensable desescalar la «explotación electoral» que suscitan los discursos sobre migraciones. Y pide «una tercera vía, que es la línea profética de aplicar la proximidad, identificar el bien común y buscar la armonía con el todo».