El bar de las grandes esperanzas. A la búsqueda del padre ausente - Alfa y Omega

El bar de las grandes esperanzas. A la búsqueda del padre ausente

Juan Orellana
J. R. (Daniel Ranieri) junto a su tío Charlie (Ben Affleck), quien ejerce de padre del niño. Foto: Amazon Prime Video.

El famoso actor, productor, guionista y director George Clooney se pone detrás de las cámaras para contarnos un drama familiar, inspirado en las memorias del neoyorkino J. R. Moehringer. Este periodista y escritor, que ganó el Pulitzer en el año 2000, relató sus experiencias juveniles en Long Island en un libro, The tender bar, que vio la luz en 2005 y que en España se llamó El bar de las grandes esperanzas.

J. R. (Daniel Ranieri) es un chaval de familia humilde que vive con su madre en casa de sus abuelos. Su padre, un locutor radiofónico, los abandonó cuando él era muy pequeño. J. R., sin embargo, se pasa la vida tratando de escuchar a su padre en la radio, pues ello mitiga la sensación de su ausencia. Pero quien ejerce de hecho de figura paterna para J. R. es el tío Charlie (Ben Affleck), hermano de su madre, que regenta un bar llamado Dickens. Gracias a Charlie, J. R. se aficionará a la lectura y nacerá en él el deseo de convertirse en escritor. Sin embargo, lo que su madre desea es que cuando acabe el instituto se vaya a estudiar Derecho a Yale, para poder llevar la vida que ella nunca pudo darle. La película alterna los recuerdos de su infancia con sus experiencias en Yale, donde ciertamente acabará estudiando. El J. R. universitario (Tye Sheridan), sin embargo, seguirá echando de menos a su padre.

La búsqueda del padre es el tema central de la película. El padre ausente, periférico, irresponsable, incapaz y que, sin embargo, es siempre el paraíso perdido para J. R., que necesita reencontrarse con él y conocerle para saber quién es él mismo en realidad. Para más inri, el psicólogo del colegio le ha dicho que no tiene identidad.

Pero J. R. va a ir encontrando diversas figuras paternas sustitutorias, no solo en la persona de su tío Charlie, sino también en su abuelo, en parroquianos del bar Dickens o en el sacerdote que se encuentra habitualmente en el tren. Todos ellos le van a permitir ir avanzando en el camino de su vida, a pesar de los reveses y sus pequeños fracasos sentimentales. Ninguno de ellos va a resultar un padre ejemplar, pero, a diferencia de su progenitor, se mueven por una preocupación verdadera y un amor por su destino. También la figura de la madre –interpretada estupendamente por Lily Rabe– tiene hondura dramática, con un halo de madre coraje por el que J. R. siempre estará agradecido.

La película es algo irregular narrativamente, con una discutible organización de flashbacks, y a nivel dramático no está a la altura de otras cintas de Clooney, como Los idus de marzo o The Monuments Men. Sin embargo, la última obra de Clooney es valiosa, tanto por la relevancia de la temática como por su tono indie, alejado del estilo hollywoodiense de sus anteriores películas.

Estrenada directamente en Amazon Prime, cuenta con una interesante fotografía de Martin Ruhe y un escogido y sugerente repertorio de canciones. Un comentario final: la película demuestra que aficionar a nuestros hijos a la lectura ávida es infinitamente más provechoso que rodearlos de dispositivos tecnológicos.

El bar de las grandes esperanzas
Director:

George Clooney

País:

Estados Unidos

Año:

2020

Género:

Drama

Público:

+16 años