West Side Story. Spielberg nos regala su homenaje al musical de Leonard Bernstein - Alfa y Omega

West Side Story. Spielberg nos regala su homenaje al musical de Leonard Bernstein

Juan Orellana
Rachel Zegler interpreta a María en el nuevo ‘West Side Story’. Foto: The Walt Disney Studios.

Vamos a obviar la polémica que suscita la pregunta que todos nos hacemos y que no tiene fácil respuesta. ¿Era necesario volver a rodar el famoso musical de Broadway de 1957? Probablemente no. Pero da igual. El cine es arte, y es libre, y Spielberg se puede permitir el lujo de rodar lo que le venga en gana. Casi siempre acierta. Y ha vuelto a acertar. Quería tocar un género nuevo para él, el musical, y lo ha hecho con esta historia inspirada en Romeo y Julieta de Shakespeare.

La película tiene a priori muchos inconvenientes: conocemos la historia y su fatal desenlace; los problemas sociales que plantea el filme son diferentes de los que vivimos hoy, y el estilo musical de aquellos años tampoco es el actual. Pero Spielberg no se encalla en estos presuntos inconvenientes y se lanza a adaptar el libreto con nuevos actores, nuevas localizaciones y con una tecnología fotográfica que no existía en 1961, cuando se rodó la primera versión cinematográfica. Y en estas tres cosas mejora –con perdón– a su antecesora. Los actores son más jóvenes, como requiere el argumento, y son latinos de verdad, no actores brillantes de betún. Por otra parte, Spielberg se libera de los platós, tan presentes en la película anterior, sale a las calles y pone a su servicio la tecnología digital.

En el reparto, constituido por buenos cantantes y bailarines, destaca Rachel Zegler en el papel de María, la protagonista. Esta debutante actriz tenía el reto de no sucumbir a la sombra de la icónica Natalie Wood, y lo consigue distanciándose de ella, usando sus propios registros y carisma. La réplica se la da el ya popular entre los jóvenes Ansel Elgort, en el papel de Tony. Siguiendo con el reparto, cabe señalar un hermoso guiño de Spielberg al clásico. Sustituye al dueño del bar por una mujer, que interpreta la ya anciana Rita Moreno, que encarnó a Anita, la gran amiga de María, en la primera versión. Por otro lado, el personaje de Anybodys, sexualmente ambiguo, tiene menos protagonismo, y Spielberg prefiere no meterse en camisa de once varas con cuestiones de género.

Cabe una última reflexión. ¿Habría tenido sentido adaptar la historia a la actualidad? Seguramente hubiera sido una decisión desastrosa, pues el contexto es tan diferente, es tan distinta la juventud de los años 50 de la de ahora, que el libreto se habría quedado inservible y falto de referentes. Por el contrario, Spielberg –a diferencia de Robert Wise– ha rodado una película de época, que necesariamente envejece mejor.

En fin, una historia inmortal sobre el sinsentido del odio y los prejuicios; una historia en la que es necesario que alguien muera para que cambie el corazón de los demás; una reflexión sobre la inmigración y los absurdos nacionalismos, sobre el amor que se impone a destinos prefijados, sobre la identidad que se diluye en la masa, y sobre el coraje de ser uno mismo. La sombra de Shakespeare es alargada.

West Side Story
Director:

Steven Spielberg

País:

Estados Unidos

Año:

2021

Género:

Musical

Público:

+12 años