El arzobispo de Sevilla pide en San Pedro que las cofradías sirvan para la evangelización
La gran procesión de este sábado por las calles de Roma, de más de seis horas, será un «testimonio de nuestra fe y devoción»
«Es esencial pasar de la pastoral de mantenimiento a la evangelización», ha subrayado el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, durante la Misa celebrada en la mañana de este viernes en la basílica de San Pedro, del Vaticano. Ha sido una celebración muy especial, dada la presencia en el templo de los pasos del Cachorro, de Sevilla, y de la Virgen de la Esperanza de Málaga en el marco del Jubileo de las Cofradías, que se celebra desde este viernes hasta el domingo.
Los numerosos peregrinos de ambas ciudades —solo de Sevilla se han desplazado 600 personas a la Ciudad Eterna— ya habían tenido un amplio programa de actos. Pero la Eucaristía de este viernes era el primer acto con las dos corporaciones juntas.
El arzobispo de la capital hispalense ha subrayado que este sábado por la tarde «vamos a participar en una procesión histórica». Se refería a la gran procesión que protagonizarán siete imágenes de distintos países por las calles de la Ciudad Eterna. Será una catequesis viva sobre cómo el crucificado sigue teniendo mucho que decir al mundo. También transmitirá el mensaje de que Cristo nos ha entregado a su Madre, ha afirmado. La belleza de las dos imágenes juntas es un reflejo de la belleza de Dios, ha destacado.
«Esta peregrinación se ha preparado con muchas ganas a pesar de las dificultades e imprevistos» y «mañana daremos testimonio de nuestra fe y devoción en la gran procesión hacia el Cristo de la Expiración y la Virgen de la Esperanza», ha continuado.
De las siete imágenes que conformarán el cortejo, tres son españolas: el Cachorro, la Macarena y el Nazareno, de León. A ellas se unen Santa Ana de los Palafreneros (Vaticano), sendos crucifijos de Génova (Italia) y Perpiñán (Francia) y la Virgen de los Dolores de Enna (Italia). El recorrido, de 3,75 kilómetros, pasará por algunos de los lugares más emblemáticos de Roma, como la via Claudia, el entorno del Coliseo y el Circo Máximo. Se estima que la procesión durará más de seis horas.
La riqueza de las tradiciones
El arzobispo de Sevilla ha recordado que la fe no es una herencia o una tradición, sino la adhesión personal a Dios, que se alimenta con la oración. Tampoco es algo efímero, sino que es la misma que vivieron los apóstoles. En la misma línea, las tradiciones no son una carga sino una riqueza. Por ello deben ser levadura y fermento en el mundo de ahora.
Ha señalado asimismo que el año santo es una época de conversión y perdón. «El hombre tiene que dejar atrás sus pecados y buscar la gracia del Jubileo», ha invitado. Y al recordado en este sentido cómo «ayer con alegría y recogimiento, cruzamos el umbral para ganar la salvación a través de la Puerta Santa».
Ha concluido sus palabras pidiendo que la peregrinación a Roma y la participación en el Jubileo de las Cofradías afiance a todos los cofrades y miembros de hermandades en la fidelidad al Papa y la comunión con los hermanos. El Jubileo no termina ahí, ha subrayado. Al contrario, debe servir para tener una experiencia de fe más profunda y difundirla.