Cardenal Farrell: «La Iglesia confía en las hermandades»

El II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular continúa estos días tras la Eucaristía inaugural presidida el pasado miércoles por el legado pontificio para este acontecimiento, Edgar Peña Parra. «Estamos en un tiempo de gracia para renovar nuestra fe, fortalecer nuestra esperanza y acrecentar nuestra caridad, y, a la vez, para acoger la llamada a vivir como discípulos de Cristo en medio del mundo», dijo el sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano en una abarrotada catedral hispalense.

«La Iglesia confía en las hermandades y espera mucho de ellas», afirmó el cardenal Kevin Farrell al abrir este jueves la segunda sesión del congreso. Para el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, estas realidades eclesiales han de ser «el lugar vital, hecho de espacios concretos y sobre todo de relaciones, donde uno puede sentirse en casa, acogido y aceptado. Deben ser un lugar donde uno se sienta en familia y redescubra el reencuentro con su pasado».

Farrell ha animado también a poner en contacto «nuestras tradiciones con la vida actual de las personas, y hacer que los ritos, los actos públicos de culto, las iniciativas de oración y de ayuda mutua puedan hablar también a los hombres y mujeres de hoy, a menudo alejados de toda sensibilidad religiosa». En este sentido, ha señalado que las hermandades deben estar animadas por un espíritu misionero abierto a todos, pues «la atracción de la belleza puede llevar a muchos a la fe». Ha planteado que cada hermandad sea «un lugar para el primer encuentro con el Señor» y ha aconsejado que se piense «cómo acompañar a las personas en un camino gradual de iniciación a la vida cristiana», lo cual conlleva ofrecer «caminos de evangelización, de catequesis y de primer anuncio».

El congreso continúa en la tarde de este jueves con las ponencias Oración y liturgia en la propuesta de santificación de las hermandades, a cargo del cardenal Marcello Semeraro; y La inserción de la piedad popular en la Iglesia locai, por el profesor Dario Vitali, de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.