«Desde hace mucho tiempo se considera a la mujer material de desecho» - Alfa y Omega

«Desde hace mucho tiempo se considera a la mujer material de desecho»

En un encuentro con la Fundación Centesimus Annus – Pro Pontifice y la SACRU, el Papa ha lamentado las injusticias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo

Redacción
Francisco en la audiencia con Centesimus Annus Pro Pontifice y la SACRU. Foto: Vatican Media.

Francisco ha recibido este sábado a los miembros de la Fundación Centesimus Annus – Pro Pontifice y la SACRU, la Alianza Estratégica de Universidades Católicas de Investigación. El motivo del encuentro era la presentación del volumen More Women’s Leadership for a Better World (Más liderazgo femenino para un mundo mejor). El libro ha sido prologado por el Papa Francisco, quien indica que «no es posible buscar un mundo mejor, más justo, más inclusivo y plenamente sostenible sin la contribución de las mujeres».

«Debemos trabajar, todos juntos, para abrir la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en todos los contextos, para aspirar a una situación estable y duradera de igualdad en la diversidad: el camino hacia la afirmación de las mujeres es reciente, accidentado y, lamentablemente, no definitivo. Situaciones como estas pueden revertirse fácilmente», añade.

Este sábado, en la audiencia con este grupo, ha insistido en estas ideas. Primero ha señalado que la diversidad nunca ha de traducirse en desigualdad y ha destacado cómo la aportación de la mujer mejora el mundo. Francisco ha asegurado que donde hay mujeres hay mayor inclusividad e integración, especialmente, de aquellos más vulnerables. También un mayor respeto por el otro. Pero, en no pocas ocasiones, ha subrayado, estos dos aspectos relacionados con el cuidado no se aplican en beneficio de las propias mujeres.

El Papa ha clamado contra lo que ha llamado «una plaga de nuestro tiempo», es decir, «el uso de las mujeres»: «Desde hace mucho tiempo, se considera a la mujer como el primer material de desecho. Esto es terrible». Ha reconocido que son más fácilmente «sometidas a violencia y abuso» y que, por eso, «no se puede permanecer callado».

En el Vaticano

Francisco ha puesto ejemplos cotidianos de estos abusos, como aquellas situaciones en las que las mujeres embarazadas se ven sometidas a presiones en sus puestos de trabajo o, directamente, pierden el empleo por estar esperando un hijo. El Papa ha proseguido su discurso alabando la fortaleza de tantas, famosas y anónimas, desde las que acompañaron al mismo Cristo hasta la cruz, pasando por Josefina Bakhita, Teresa de Calcuta o Edith Stein, hasta «las de la puerta de al lado» que sostienen el matrimonio o crían hijos con problemas con esa «fuerza silenciosa».

Tampoco se ha querido olvidar de las que trabajan a su lado. Ha celebrado que cada vez sean más. El porcentaje de mujeres que trabajan en la Santa Sede ha crecido en estos diez años, pasando de casi el 19,2 % al 23,4 %. Son 1.165 las mujeres en total. «Por ejemplo, ahora la vicegobernadora del Estado Ciudad del Vaticano es una mujer y las cosas funcionan mucho mejor aquí, mucho mejor», ha asegurado el Santo Padre reconociendo así el trabajo de sor Raffaella Petrini.