Una película para que las nuevas generaciones conozcan a la madre Teresa - Alfa y Omega

Una película para que las nuevas generaciones conozcan a la madre Teresa

El documental «hace accesible el celo de la evangelización, especialmente a las nuevas generaciones», dijo el Papa

José Calderero de Aldecoa

El 5 de septiembre de 1997 la madre Teresa dejó este mundo para encontrarse con ese Jesús al que había dedicado su vida a través del sufrimiento de los más pobres. Ahora, cuando se cumplen 25 años de aquel día, una película recordará ese inmenso legado de caridad que sembró la religiosa.

De esta forma, en la cinta, que se titula Madre Teresa: No hay amor más grande, se podrá ver a la pequeña religiosa albanesa y a sus hijas atendiendo a los personas sin techo en el Bronx, los refugiados venezolanos en la frontera de Brasil, a los pobres en la selva amazónica, a los niños con discapacidad en los barrios marginales de Nairobi, a los drogadictos en las afueras de Río de Janeiro, o el trabajo continuo de las Misioneras de la Caridad en favor de los enfermos y moribundos en Calcuta.

Madre Teresa: No hay amor más grande se estrenará los días 3 y 4 de octubre en más de 900 salas de Estados Unidos y Canadá. Su grabación ha sido posible gracias a la colaboración de los Caballeros de Colón y las Misioneras de la Caridad. La película pretende presentar a la madre Teresa a todos esos jóvenes «que no la conocieron en vida», según el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de su causa de canonización, «y ayudará a todos los demás a recordar la gran figura que fue».

En este sentido, el Papa aseguró que la cinta «hace accesible el celo de la evangelización, especialmente a las nuevas generaciones». Francisco se expresó en estos términos en una carta de agradecimiento remitida a Patrick Kelly, caballero supremo de los Caballeros de Colón, cuando este le regaló una copia de la película al Santo Padre.

Una obra maestra de Dios

«Esta mujer fue un regalo para la Iglesia», una «obra maestra del Señor como son todos los santos». Acudió a los «lugares más infernales del mundo para llevar luz, amor y misericordia», dijo el cardenal O’Malley durante la presentación de la película. Acto seguido, avaló sus palabras con un testimonio personal.

En su etapa como obispo de Fall River, la diócesis se encontraba en un momento difícil debido al escándalo de los abusos sexuales. Entonces, O’Malley escribió a la madre Teresa para para pedirle que enviara monjas para «traer curación y consuelo» y «llegaron inmediatamente». Incluso la propia fundadora se desplazó hasta la diócesis. «Fue un acontecimiento, con miles de personas saludándola en las calles, y ella los bendijo. Mostró el rostro misericordioso de Dios».