Desciende el número de seminaristas en España
El aumento de las ordenaciones el curso pasado –un 20 % más–, los abandonos y los traslados dan como resultado 60 candidatos al sacerdocio menos en el último año
El número de seminaristas en nuestro país se mantiene estable en la actualidad –1.203, este curso 2018-2019; 1.263, el anterior–, con un ligero descenso que se explica por las numerosas ordenaciones sacerdotales del curso pasado –un 24 % más que el anterior–, cifra a la que habría que añadir los abandonos –que descendieron en un 20 %– y los traslados a otros seminarios. Estas pérdidas no se ven compensadas por los nuevos ingresos –236 nuevos seminaristas–, lo que provoca una disminución de 60 efectivos.
Según los datos facilitados por la Conferencia Episcopal, Madrid es la diócesis con más seminaristas (172), seguida de Toledo (67), Valencia y Sevilla (63), Cartagena (60), Córdoba (58), Alcalá de Henares (45), Barcelona (35) y Granada (31).
Las cifras ofrecen, además, algunas conclusiones significativas: que Barcelona es la diócesis que más crece en número de seminaristas –tiene ocho más–, aunque también es cierto que en el curso anterior no se ordenó ninguno sacerdote. En cambio, en Madrid o Valencia, donde este curso tienen menos seminaristas, ordenaron el año pasado a 10 y 14 sacerdotes respectivamente.
En lo que se refiere a los seminarios menores, este curso cuentan con 918 alumnos, 143 menos que el año pasado. De ellos, 394 viven internos. Cabe destacar también que este curso pasaron al seminario mayor procedentes del menor un total de 29 candidatos al sacerdocio.
Día del Seminario
Como es habitual, el Día del Seminario suele coincidir con la solemnidad de San José, el 19 de marzo, pero como en algunas comunidades autónomas no es festivo, se traslada al domingo más próximo, en este caso, el 17 de marzo. Este año, la Conferencia Episcopal ha elegido como lema para el día El seminario, misión de todos, y en los materiales elaborados para la ocasión hace hincapié en la importancia de que el acompañamiento y la formación sacerdotal sea permanente y en que en ella participen todos los cristianos.