Defensa impone la Cruz del Mérito Militar a la religiosa Cristina Fernández por su trabajo con las mujeres en Malí - Alfa y Omega

Defensa impone la Cruz del Mérito Militar a la religiosa Cristina Fernández por su trabajo con las mujeres en Malí

«Es una inmensa alegría que una institución del Gobierno se fije en el trabajo callado que desarrollamos por los más desfavorecidos y quiera reconocerlo de esta manera», dijo la religiosa en conversación con Alfa y Omega

José Calderero de Aldecoa
La ministra impone la distinción a la religiosa. Foto: MDE / Marco Romero Carretero.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, impuso el pasado jueves la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco a la religiosa Cristina Fernández Hoyos, de las hermanas de María Inmaculada, por su labor en la atención sanitaria y en la formación de niñas y mujeres en Malí. «Eres un ejemplo de ejemplo de coraje, de generosidad y entrega. Personas como vosotras, tú y tus hermanas de congregación, tenéis la capacidad de transformar el mundo», dijo la ministra, al mismo tiempo que destacó su «sonrisa, que es la mejor arma que hay», tras imponerle la medalla.

En entrevista con Alfa y Omega, Fernández Hoyos califica de «inmensa alegría» el hecho de «que una institución del Gobierno de nuestro país se fije en el trabajo callado que desarrollamos por los más desfavorecidos y quiera reconocerlo de esta manera». La religiosa, además, confiesa que se siente «profundamente agradecida y privilegiada» por la confianza de la ministra de Defensa y su equipo, «por su estímulo constante, su ejemplo de entrega y servicio y su apoyo incondicional en la misión que desarrollamos en Mali».

Las religiosas llegaron al país africano en 1969 y actualmente cuentan con cuatro comunidades. Allí se dedican, en primer lugar, a «dar testimonio del amor de Dios, que experimentamos en nuestra vida», asegura la monja española. Más concretamente, las hijas de Vicenta María —su fundadora— se centran, con el apoyo de Manos Unidas, en la promoción y formación integral de la mujer, especialmente de las más jóvenes, independientemente de la religión que profesen. Una labor indispensable ya que, «desgraciadamente, la mujer aquí carece de los mismos derechos que el hombre. La tradición, los condicionamientos culturales o antropológicos la han relegado a un plano secundario», denunció.

Cristina Fernández dice unas palabras tras la imposición de la Cruz. Foto: MDE / Marco Romero Carretero.

Frente a ello, Fernández Hoyos y sus compañeras de congregación aspiran a que las personas a las que tratan «conozcan a Jesucristo», «vivan conforme a los valores del cristianismo» y «redescubran su dignidad de hijas de Dios». En este sentido, las hermanas cuentan con «diversas plataformas de evangelización: residencias de jóvenes, colegios, centros de salud, y centros de formación y promoción para las mujeres» en los que se imparten clases de «corte y confección, emprendimiento y hay una escuela de enfermería». También «trabajamos con las empleadas de hogar», detalla Cristina.

De forma personal, Fernández Hoyos trabaja como médico en un centro de salud, situado en Bamako, que pertenece a otra congregación, a las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora. «Acudo tres días por semana para pasar consulta de medicina general», en el ámbito de la «ecografía obstétrica» y «para ayudar en lo que puedo», enumera la religiosa. Subraya, por último, la colaboración con el Ejército español en el país. «Hay una relación muy fluida y cercana, y esto es de agradecer. Ellos siempre están dispuestos a ayudarnos en lo que sea» y, de hecho, «colaboran con nosotras impartiendo clases de español a las chicas de nuestra residencia y centro de formación profesional» y con donaciones de material. Incluso en 2019 «nos construyeron un ala del centro de promoción de la mujer».