De la moral al mercado - Alfa y Omega

La generalización de las técnicas de reproducción asistida ha provocado una alteración en los conceptos de maternidad y paternidad. Muy pocos se atreven a preguntarse en voz alta sobre estos procedimientos y sobre sus efectos en el modo de comprender la reproducción.

En su momento se discutió mucho acerca de la moralidad de los medios, pero poco o nada acerca de su relación con lo que hoy llamamos economía reproductiva o de sus efectos en la naturaleza de la maternidad y la paternidad. El principio legal latino de que mater semper certa est ya ha dejado de ser incuestionable. La máxima distorsión de este principio es resultado de la posibilidad de gestar sin que el embarazo y el parto sean la razón determinante de la filiación. Es lo que sucede en el caso de la maternidad subrogada. No es una técnica de reproducción asistida, pero no sería posible si las citadas técnicas no permitieran descomponer todo el proceso en piezas que luego se recomponen a demanda. Gracias a la fragmentación y a la deslocalización, esto permite que el varón y la mujer se desvinculen intencionadamente del resultado final y queden reducidos, por ejemplo, a suministradores de células reproductoras.

Hablar en estos términos puede resultar excesivo y, para muchos, ofensivo. Y, sin embargo, no estamos ante una quimera. La realidad nos dice que de manera paulatina y silenciosa va avanzando la idea de que la reproducción humana no tiene por qué ser el fruto de una relación sexual fecunda entre un varón y una mujer, que asumen de manera conjunta la responsabilidad. La técnica puede facilitar el proceso, aunque sea a costa de primar la maternidad de intención sobre la biológica y de acabar borrando la figura del padre.

No estamos ante cuestiones sencillas. Requieren un examen profundo, interdisciplinar, desapasionado y certero capaz de pensar sobre un proceso que, como escribe la filósofa Sylviane Agacinski, se va desvinculando progresivamente de la moral para acercarse peligrosamente al mercado gracias a una medicina todopoderosa que ha hecho que la fecundación in vitro y la transferencia de embriones puedan acabar convirtiendo la reproducción humana natural en tabú.