«¡Cristo ha resucitado, está vivo! Debemos salir a su encuentro en el rostro de los hermanos»
En la homilía de esta Misa de Resurrección, el Papa ha afirmado que a Cristo «no se le puede encerrar en una bonita historia ni se puede pensar en él como una estatua colocada en la sala de un museo»
Más de 35.000 fieles y un manto de miles de flores han arropado este Domingo de Resurrección la Misa de Pascua celebrada en la plaza de San Pedro. Una Eucaristía que ha comenzado con el tradicional canto Resurrexit y donde también se han entonado los cantos del Stichi y Stichirà de la liturgia bizantina, ya que este año Oriente y Occidente celebran la Pascua en la misma fecha.
En la homilía, que ha sido leída por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste emérito de la basílica de San Pedro y vicario general emérito de la ciudad del Vaticano, el Pontífice nos ha invitado a no buscar a Jesús resucitado en el sepulcro, sino «en otra parte». «¡Cristo ha resucitado, está vivo! La muerte no lo ha podido retener, y por tanto no se le puede encerrar en una bonita historia que contar, no se le puede reducir a un héroe del pasado ni pensar en él como una estatua colocada en la sala de un museo», ha reflexionado el Papa.
Para ello, debemos ponernos en movimiento y salir a su encuentro en la vida cotidiana y en el rostro de los hermanos del día a día, porque «habita entre nosotros y se revela en las situaciones más anónimos e imprevisibles de nuestra vida», ha asegurado el Santo Padre. «Llorando las lágrimas de quien sufre y multiplicando la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada uno de nosotros».
Las palabras del Pontífice en esta Misa de Pascua han sido un llamamiento contundente a «sumergir en la esperanza nuestros sufrimientos e inquietudes y contagiar con ella a quienes encontramos en el camino, a confiarle a esta esperanza el futuro de nuestra vida y el destino de la humanidad».
Al finalizar la lectura de la homilía escrita por el Santo Padre, el cardenal Comastri añadió espontáneamente: “Gracias, Papa Francisco, por este llamado tan fuerte a despertar nuestra fe en Jesús resucitado, vivo y siempre presente a nuestro lado. ¡Feliz Pascua!».