Conferencia Episcopal Tarraconense: «Hay que respetar la sentencia» pero también dialogar - Alfa y Omega

Conferencia Episcopal Tarraconense: «Hay que respetar la sentencia» pero también dialogar

«En los últimos años ha disminuido la calidad de la convivencia por la vía del enfriamiento, de la ignorancia o del desprecio» y dicen que «la convivencia es un bien precioso que hay que salvaguardar». «Se trata de devolver al pueblo el sentido de futuro, de dar a las personas un horizonte que disipe la sensación de que no hay caminos por donde tirar», afirma la Conferencia Episcopal Tarraconense en un comunicado

EFE
Foto: EFE / Marta Pérez.

Los obispos catalanes piden respetar la sentencia del procéspero demandan que se «aplique la vía de la misericordia para desactivar la tensión acumulada estos últimos años» y volver «al único camino posible: un serio camino de diálogo entre los gobiernos español y catalán para encontrar una solución política adecuada».

La Conferencia Episcopal Tarraconense, que agrupa a las diócesis catalanas, ha hecho público un comunicado en el que dice que «aunque hubiera legítimos recursos y se puedan hacer valoraciones distintas, hay que respetar la sentencia emanada del Poder Judicial de un Estado de derecho, así como las eventuales decisiones que puedan venir de los tribunales europeos».

Tras asegurar que «Cataluña no es una sociedad violenta», los obispos constatan que «en los últimos años ha disminuido la calidad de la convivencia por la vía del enfriamiento, de la ignorancia o del desprecio» y dicen que «la convivencia es un bien precioso que hay que salvaguardar».

«Se trata de devolver al pueblo el sentido de futuro, de dar a las personas un horizonte que disipe la sensación de que no hay caminos por donde tirar», afirman los obispos, que también creen que «el logro de un recto orden social que permita el desarrollo armónico de toda la sociedad necesita algo más que la aplicación de la ley».

«En un estado democrático, las leyes fundamentales que regulan el sistema político y que han sido votadas y aprobadas por los ciudadanos, constituyen un referente básico del ordenamiento social», añaden los obispos, que reconocen que «la situación social y política de nuestro país se ha convertido en bastante compleja».

Según los obispos, son tiempos «en que vislumbrar soluciones se hace difícil porque se produce un atrincheramiento en las propias posiciones, con descalificaciones frecuentes del otro. Las razones quedan sometidas a menudo a los sentimientos de cada uno. Esto dificulta una mirada serena sobre la realidad. Así todo el mundo se siente ofendido: existe el peligro de que el agravio sea la actitud dominante».

«El instrumento esencial es la palabra y, por tanto, el diálogo es fundamental», defiende la Conferencia Episcopal Tarraconense, que reconoce «la existencia de sentimientos diferenciados y, a menudo, mezclados entre las identidades española y catalana».

Los obispos afirman que han vivido la prisión preventiva de los condenados por el procés«con la pena en el corazón por lo que suponía para los presos y para sus familias y amigos», y recuerdan que el Papa Juan XXIII afirmó que «es preferible usar el remedio de la misericordia que no empuñar las armas de la severidad; y no es precisamente condenando […], como hay que atender a las necesidades de nuestro tiempo».

Los religiosos defienden el diálogo político y recuerdan que «dialogar significa renunciar en parte a lo que uno quisiera para aproximarse al otro e imaginar entre todos una solución satisfactoria».

«Es necesario convencer y persuadir, es necesario el debate político y social respetuoso, es necesario el intercambio de opiniones y la búsqueda común de soluciones negociadas», añaden.

Para los obispos, «se trata de construir una sociedad justa, solidaria, respetuosa de la igualdad de las personas, cercana a los que pasan necesidad, que se inscriba en el mundo global y no se refugie en un pequeño mundo local».