Concluye el Año Jubilar de san Juan de Ávila: «Su magisterio sigue vigente» - Alfa y Omega

Concluye el Año Jubilar de san Juan de Ávila: «Su magisterio sigue vigente»

«La vida y mensaje de san Juan de Ávila nos ofrece una pauta concreta para corresponder en nuestra vida a la forma de reinar de Cristo», dijo Bernardito Auza durante la Eucaristía de clausura

Redacción
Foto: sanjuandeavilaenjaen.es

El nuncio en España, monseñor Bernardito Auza, presidió este domingo en la catedral de Baeza la Eucaristía de clausura del Año Jubilar Avilista. Se ha puesto así fin a 18 meses en los que se ha querido poner en perspectiva la labor evangelizadora y formadora de san Juan de Ávila, «cuyo magisterio sigue de actual vigencia para el clero de hoy», destacan los organizadores.

Del mismo modo, Auza aseguró en su homilía que «la vida y mensaje de san Juan de Ávila nos ofrece una pauta concreta para corresponder en nuestra vida a la forma de reinar de Cristo». En este sentido, subrayó que el santo «amaba con pasión, se desvivía por Cristo y trató que el mundo supiera que todo es obra del amor de Dios».

Además, «enseñó el camino de una interioridad que lleve a la identidad cristiana» en todos los ámbitos de la vida, «en la vida social, en la coherencia de la fe vivida y con una conducta exterior alejada de toda superficialidad».

Abrir o cerrarse a la fe

Sobre la solemnidad de Cristo Rey, el nuncio aseguró que «el reinado de nuestro Señor Jesucristo pasa por nuestros corazones». De hecho, «cada uno de nosotros nos encontramos con dos formas de mirar» la vida, «dos maneras que son irreconciliables». Ante el proyecto divino de la creación del mundo, «cada uno de nosotros tiene la posibilidad de abrirse a la fe y practicar el mensaje de salvación desde el corazón o cerrarse a él».

El nuncio concluyó su homilía asegurando que «el mayor servicio de la Iglesia al mundo» es «poner a éste en relación de vida con Dios». En esta tarea, apeló al ejemplo del maestro Ávila para que vivamos «una permanente renovación de vida cristiana y sacerdotal desde la verdad de lo que somos, viviendo y asimilando las actitudes de Cristo Rey del Universo».

«No podíamos sospechar lo que iba a suceder»

Antes de la bendición apostólica, el obispo de Jaén Amadeo Rodríguez Magro tomó la palabra para recordar el día de la inauguración del Año Santo Avilista. Aquel día «no podíamos sospechar lo que iba a suceder. Y no me refiero solo a la pandemia y sus fatídicas consecuencias. No podíamos sospechar todo lo que ha pasado que ha sido muy bueno, muy grande y muy de Dios», aseguró el prelado.

En este sentido, destacó a los «muchos cientos de personas» que se han acercado presencialmente para vivir el año jubilar y también a «los muchos que lo han vivido desde sus casas debido a la enfermedad». Por último, el obispo recordó que la «Iglesia diocesana ha aprovechado un proceso de conversión pastoral para descubrir que somos discípulos misioneros con gestos de misión importantes».