Con educación se sale de la pobreza
Misiones Salesianas en el Día para la Erradicación de la Pobreza
Tchapua vivió la terrible guerra de Angola. Con tan sólo dos años fue enviado a Luanda desde su pueblo para salvar su vida. Su madre consiguió reunirse con él tres años después. Su padre y sus hermanos murieron en el conflicto. Tchapua y su madre vivían en la Lixeira, uno de los lugares más pobres del planeta en la ciudad más cara. «Lixeira es sinónimo de drogas, delincuencia, prostitución…», explican los misioneros salesianos que trabajan en el Centro Don Bosco. Un buen día, al volver del colegio, Tchapua encontró a su madre muerta. Pero no tiró la toalla, siguió estudiando. Hoy, es padre de familia y director de la escuela infantil del Centro Don Bosco. «Siempre he recordado las palabras de mi madre. Hijo, tú estudia y un día tendrás la recompensa», explica el propio Tchapua.
Esta es una de las miles de historias que nos hace lanzar hoy, Día para la Erradicación de la Pobreza, un mensaje optimista. «La pobreza no es un estado estanco. Con educación, la pobreza se puede dejar atrás», explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas.
Hoy nos acordamos de que hay cerca de mil millones de personas que no comen todos los días, millones de personas que no tienen acceso a la sanidad ni a la educación. Niños y niñas que son explotados, personas que abandonan sus hogares por conflictos armados… «Pero no queremos olvidar el mensaje de que la educación es una de las claves para salir de la pobreza, como los misioneros salesianos vienen demostrando desde hace más de 140 años», explica Muñoz.
Además, queremos invitar a todos a ver el documental Diamantes en Lixeira, del director Raúl de la Fuente, que una vez más ha trabajado con los misioneros salesianos y que nos trae una película cargada de optimismo en uno de los lugares más duros del mundo.