Cien años del nacimiento de Sájarov - Alfa y Omega

Cien años del nacimiento de Sájarov

Valeria Novodvorskaja, otra gran figura de la disidencia soviética, llamaba a Sájarov «el decimotercer apóstol»

Redacción

Andréi Sájarov, líder de la disidencia rusa, nació el 21 de mayo de 1921. Como físico nuclear, «dotó a la Unión Soviética de un enorme poder militar, y como disidente enseñó que hay derechos que están por encima del poder», cuenta Vladimir Rozanskij en AsiaNews. El Premio Sájarov para la Libertad de Conciencia, bautizado así en honor del científico, fue establecido en 1988 por el Parlamento Europeo como un medio para homenajear a personas u organizaciones que han dedicado sus vidas o acciones a la defensa de los derechos humanos. En Alfa y Omega hemos entrevistado a algunos de los premiados, como el venezolano opositor Lorent Saleh o las yazidís secuestradas por el ISIS, Lamiya y Nadia Murad.

Explica el periodista que, a pesar de algunas reticencias, se suceden en Rusia las conmemoraciones del centenario del nacimiento del líder de la disidencia en los años de Brezhnev y «profeta de la Rusia poscomunista». Liberado del confinamiento en 1986, tras el desastre de la central eléctrica de Chernobyl, Sájarov formó parte del Parlamento de Gorbachov hasta su muerte, el 14 de diciembre de 1989. Ante su féretro «desfiló una interminable procesión de personas de todo tipo, que durante horas esperaron a -20º para poder despedirse del hombre que había sabido infundir a todos una nueva esperanza».

Después de haber conquistado una posición inmejorable en la década de 1970 gracias a sus méritos en el desarrollo de armas termonucleares, Sájarov comenzó a escribir cartas abiertas en defensa de los prisioneros de los campos de concentración. «Organizó piquetes y marchas, concedió entrevistas a la prensa extranjera, acudió solo o acompañado a los palacios del poder…». Mantuvo en jaque al poder soviético durante 20 años, junto con su compañero y adversario Solzhenitsyn (que abogaba por el retorno a la Rusia del pasado) y muchos otros héroes de la disidencia.

Más de 30 años después de la muerte de Sájarov, Rusia adoptó una nueva constitución que otorga todo el poder al presidente. «El científico había presentado un proyecto constitucional muy distinto, en el que todos los poderes estaban confiados a la democracia parlamentaria y reservaba al presidente solo el deber supremo de la defensa militar de la patria y de los acuerdos internacionales». En el proyecto, el disidente aseguraba que el objetivo era «proteger las condiciones externas e internas para una existencia digna de toda la humanidad y de la vida en toda la Tierra».

Valeria Novodvorskaja, otra gran figura de la disidencia soviética, llamaba a Sájarov «el decimotercer apóstol». Ella decía que «si no hubiera sido un ateo racionalista, un seguidor del viejo Kant, debería ser canonizado según todas las reglas del papado romano, ya que estaba constantemente iluminado por la gracia y hasta el último minuto de su vida luchó por la misma causa que Jesucristo, primer defensor de los derechos humanos».