Certezas de fe bien visibles - Alfa y Omega

Certezas de fe bien visibles

El Museo Diocesano de Zamora, ubicado en la románica iglesia de Santo Tomé, expone una bella representación del patrimonio artístico de la Iglesia diocesana, a través de su exposición permanente y de la muestra temporal del pintor sevillano, de la segunda mitad del siglo XVII, Francisco Antolínez

Rosa Puga Davila
Anunciación y sueño de san José, de Francisco Antolínez.

Iglesias y monasterios zamoranos han visto nacer, a lo largo de sus más de once siglos de Historia, auténticas obras de arte creadas por manos de artistas inspirados en la fe cristiana. Es un hecho: la actividad artística ha acompañado siempre a la Iglesia en su existencia. El artista, movido por su fe, ha intentado alcanzar y detallar aquellas certezas reveladas por el Dios hecho carne, que nos ha mostrado su rostro, y ha plasmado de modo bien visible, dejando su huella a través de la historia del arte. Muchos artistas han evangelizado a través de la plasmación artística de Jesús, de María y de los santos.

La existencia de tan valioso testimonio artístico y religioso en la diócesis de Zamora fue lo que impulsó al trabajo incansable para la consecución de un espacio museístico permanente que, con fines didácticos, permitiese una visita tranquila y sosegada. El espacio elegido ha sido una de las iglesias más antiguas de Zamora (primer cuarto del siglo XII), que constituye una obra de arte en sí: la iglesia de Santo Tomé. El Museo Diocesano, recientemente inaugurado, se ha comprometido a dar a conocer y difundir su patrimonio aportando toda la riqueza cultural de la ciudad y provincia al conjunto de la sociedad.

Ejemplo de este compromiso son los lienzos de la exposición temporal del pintor sevillano Francisco Antolínez; una serie completa de seis pinturas de temática mariana, que antes colgaban de los muros de las naves laterales de la iglesia de Nuestra Señora de Zamora, ahora representan, en la iglesia de Santo Tomé, la Presentación de la Virgen en el templo, la Anunciación y sueño de san José, la Visitación, la Adoración de los ángeles y anuncio a los pastores, la Adoración de los Magos y la Huída a Egipto.

Por otro lado, la colección permanente del Museo Diocesano de Zamora está formada por ciento treinta y cuatro piezas de escultura, pintura, orfebrería, metalistería, mobiliario y objetos pétreos. Son obras de arte hispano romano, visigodo, románico, gótico, renacentista, barroco, neoclásico y colonial, y han sido realizadas entre los siglos I y XIX. Además, en el Museo Diocesano de Zamora, están representados prestigiosos artistas , como los escultores Gil de Ronza, Gregorio Fernández, Pedro de Mena, Sebastián Ducete, Juan de Montejo, Juan Ruiz de Zumeta, Gaspar de Acosta; el imaginero local Ramón Álvarez; los pintores Diego de Quirós, Alonso de Arco y Diego Díez Ferreras, y los plateros Antonio de Burgos, Andrés Gil y Manuel Flores, entre otros.