Cartas a la redacción - Alfa y Omega

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Querido Santo Padre:

Le escribo estas líneas a los pocos minutos de su elección como sucesor de Juan Pablo II, para decirle que le quiero mucho y que, aunque no puedo andar, hablar, ni prácticamente moverme, intentaré desde mi silla da ruedas ayudarle con lo más hermoso que tengo, mi enfermedad y mi oración, a recorrer el nuevo camino que acaba de emprender, por deseo expreso del Espíritu Santo. Para que siga defendiendo como hasta ahora la doctrina de la Iglesia, igual que lo hizo en el pontificado de su santo predecesor, a pesar de las críticas que recibe –y recibirá–, por mantenerse fiel al depósito de la fe, en contra a veces de la opinión de los poderosos de la tierra.

Quiero manifestarle mi alegría, y decirle que en su primera aparición en público me ha parecido Usted un padrazo, conmovido y alegre. Sepa también que, por lo menos, tiene un hijo, que hará lo posible para que Dios siga gobernando la Iglesia con instrumentos insuficientes, como Usted ha dicho refiriéndose a si mismo. Cuente con toda mi oración, mi cariño y mi apoyo. Muchas gracias por su atención.

Francisco Seva Herrera
Madrid

Tú eres Pedro

Tú eres Pedro, Benedicto XVI, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, dice El Señor. El tesoro de la fe se transmite desde hace dos mil años sobre la tierra, a pesar de todos los pecados y peligros. «¡No tengáis miedo!», nos dijo Juan Pablo II. Ánimo, Benedicto XVI, el Señor te ha puesto para dirigir la barca de la Iglesia en este tercer milenio donde reina la apostasía y el agnosticismo. Conservador, sí, del tesoro de la fe, para anunciarla a los hombres y mujeres de hoy, y transmitirla a la próxima generación; progresista, sí, para caminar firme hacia Jesucristo: el Camino, la Verdad y la Vida. Tú eres Pedro, Benedicto XVI.

Francisco Javier Alba
Madrid

El Papa amigo del Papa

Mi queridísimo Juan Pablo: ¡estás en el cielo! ¡Qué certeza tenemos todos! El Espíritu Santo, contigo a su lado, ha elegido a tu gran amigo Joseph Ratzinger. ¡Qué alegría! ¡Viva Benedicto XVI! Papa mío, y tú, desde el cielo, no vas a dejar de rezar por él, con esa ansia e ilusión que los santos tenéis: «Que yo sea bueno y los demás…, mejores que yo». ¡Y así será con la ayuda de Dios! ¡Nos vemos en Colonia!

Jesús Asensi Vendrell
Valencia

La Iglesia: Una

Querría expresar mi más sincera bienvenida a este nuevo Papa, que sepa que cuenta con nuestra adhesión más firme y nuestro cariño más profundo. Ya el mismo día de su elección, he podido constatar ciertas críticas hacia su persona desde algunos medios públicos que me han entristecido. ¿Cuándo querrán entender que la Iglesia es Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana? No hay divisiones de izquierdas ni de derechas, conservadores ni progresistas. La Iglesia católica es una familia, y los que estamos en ella, lo estamos por una cuestión de Amor. Amor a Cristo y fidelidad a sus enseñanzas, que en lo esencial siguen siendo las mismas que hace dos mil años. Gracias, Benedicto XVI, por asumir tan pesada carga con tanto amor.

Ana Alemany Haro
Madrid

¡Habemus Papam!

¡Bienvenido, Santo Padre! La verdad es que me siento todavía un poco huérfana de Juan Pablo II, pero ya tiene Su Santidad lugar en mi corazón y seguro que en el de todos los cristianos. Le encomendamos mucho. Le apoyamos. ¡Le queremos!

Pilar Blanco del Prado
Badalona

Nos vemos en Colonia

Quiero manifestar mi alegría por la elección del nuevo Papa, un hombre a quien todos conocemos, y que ha sido tan fiel durante estos años a Juan Pablo II el Grande. La breve duración del Cónclave ha puesto de manifiesto la unidad de la Iglesia y el gran prestigio de que goza este nuevo Papa. Nos vemos este verano en Colonia, Santo Padre.

José María Saldaña
Zaragoza