Cartas a la redacción

Desde hace muchos años, leo Alfa y Omega, cada jueves, con curiosidad y entusiasmo, y siempre me dan provechosas enseñanzas. ¡Gracias! Un artículo de hace ya varios años, que se publicó el 6 de junio de 2002 (en el número 310), se refería a las cartas de la niña Nennolina al Niño Jesús. Esta lectura me impresionó tanto que corté la hoja e hice fotocopias para mandarlas o entregarlas a mis familiares, amigos y vecinos. El motivo de estas líneas es comunicar que, en un problema imposible de resolver humanamente, recurrí a ella. A la par que le pedía tan difícil solución, rogaba al Señor por medio de una novena la gracia de verla pronto en los altares. Durante los nueve días, llevé en mi pecho la fotografía de ella que venía en aquel número de Alfa y Omega. Todo se solucionó durante la novena, y ahora sólo me queda agradecérselo a Nemolina, a Alfa y Omega por tan ejemplar semanario, y pedir al Señor la fortaleza, la confianza y el amor que derrochó esta pequeña ante los altares divinos.

Isabel Chaves Guerrero
Sevilla

Muchas veces pensamos: Jesús no me hace caso. No lo siento a mi lado, ni noto su ayuda. Recógete unos momentos en soledad, serénate y pídele desde lo más profundo de tu corazón que te ayude. Piensa que Jesús está siempre esperándote con los brazos abiertos, en la puerta de tu corazón, pidiéndote que le abras, pues eres tú quien tiene la llave. Cuando entre, cierra la puerta y Él se quedará para siempre contigo, y dile muchas veces al día: Jesús, dirige mi vida. Confío en ti.

Margarita Boned
Madrid

Gracias infinitas, mi querido Papa Juan Pablo II, por haber enjugado mis lágrimas, concediéndome una gracia que era imposible humanamente de alcanzar. He rezado la oración por tu intercesión todos los días, por la intención que me preocupaba. Hubiera sido para mí una terrible angustia, preocupación y tristeza no lograr esa gracia. Santo Padre, ¡sigues viviendo para hacer el bien, por los que creemos en tu intercesión!

Una anónima hermana en Cristo

Nota de la Redacción:

La Redacción de Alfa y Omega ha comprobado la veracidad y autoría de esta carta, y por eso se publica de forma anónima, accediendo al justificado deseo de su autora.

En Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), estamos celebrando el IV Centenario de la fundación de la Real Hermandad de la Soledad, de la Vera Cruz y de San Cristóbal. Estamos realizando un abanico de actividades muy variadas, desde agosto de 2013 (cuando fue la apertura del Centenario por parte del obispo de Ciudad Real, monseñor Antonio Algora) hasta agosto de 2014. Hemos recuperado tradiciones perdidas en el pueblo, como el Rosario de la Aurora; hemos realizado peregrinaciones a Almodóvar del Campo y Urda, con motivo de sus Años Jubilares; intentamos motivar y llevar a la gente a los grandes centros de la fe en nuestra zona, para ser portadores del Evangelio; hemos multiplicado las visitas a enfermos y a ancianos, y las obras de caridad, colaborando con Manos Unidas, Obras Misionales Pontificias, el Seminario, Radio María, los Santos Lugares, las campañas de temporeros de la vendimia, Cáritas en todas sus campañas… También ayudamos a la Iglesia, manifestada en la diócesis y en la parroquia, en cuanto se nos pide, ya que organizamos la pasada Marcha de Adviento de la diócesis, y vamos a organizar el X Encuentro Diocesano de Pastoral Familiar. También hemos repartido por el pueblo (11.000 habitantes) un ejemplar gratuito del Evangelio 2014, que hemos costeado con el único fin de difundir la Palabra de Dios, y hacerla vida en nuestras vidas y con nuestras vidas, siguiendo las indicaciones del Papa Francisco, que en su Mensaje a las Hermandades y Cofradías nos exhorta a vivir de forma pública nuestra fe. De hecho, el Papa nos ha concedido, para el 2 de julio, una Audiencia con motivo de este IV Centenario. Contarlo es una forma de difundir la Buena Nueva, ser portadores del Evangelio y hacerlo vida cada día.

Jesús Manuel Plana Morales
Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real)