Cardenal Cristóbal López: «Todavía estamos intentando aplicar el Concilio Vaticano II» - Alfa y Omega

Cardenal Cristóbal López: «Todavía estamos intentando aplicar el Concilio Vaticano II»

El arzobispo de Rabat asegura que el Sínodo no está debatiendo en especial sobre parejas LGTBI ni diaconado femenino

Rodrigo Moreno Quicios
Cristóbal Lopez Romero
El cardenal almeriense durante el briefing del pasado 17 de octubre. Foto: CNS.

La XVI Asamblea General del Sínodo está llegando a su recta final. ¿Qué se ha hablado de momento?
Es una buena aclaración, porque al Sínodo le queda todavía otro año y otro mes de octubre como este. Se ha hablado del tema que corresponde: cómo se aplica la sinodalidad a una parroquia, a una comunidad religiosa o a una diócesis. Y se ha evitado entrar en temas que no corresponden, aunque colateralmente se hayan tocado en momentos puntuales.

¿Se ha hablado tanto de bendiciones a parejas LGTBI y diaconado femenino o es una burbuja que han creado los medios?
Nada; hay intereses en ese sentido porque vende, es una cosa que está de moda. A no ser que lo hayan hablado en la única jornada en que tuve que ausentarme… Puede que alguien lo haya nombrado de pasada en algún grupo. Del diaconado femenino sí se ha hablado un poco más porque, al abordar los ministerios ordenados, entraba. Era un subtema que se podía plantear, como la posibilidad de ordenar a personas casadas, que se ha tratado colateralmente. De hecho, ya se estudió en el Sínodo para la Amazonia con los viri probati.

¿Usted qué opina de esta cuestión?
No hay nada en contra, es solo una cuestión de pastoral personal. El celibato se puso como condición en el rito latino, no en las Iglesias orientales. Y como es una cuestión disciplinar, se puede cambiar si conviene. Yo estaría abierto a esa posibilidad porque he conocido el diaconado permanente y me parece una realidad positiva que podría incorporarse. Teológicamente no habría ninguna dificultad. Otra cosa es el diaconado femenino, sobre el que no estoy preparado teológicamente para ver si entraría o no. El Papa creó una comisión hace siete años que no dio con una solución convergente.

¿Qué problemas hubo?
Trabajaron en el tema y presentaron un informe que no fue satisfactorio porque no llegaron a cuestiones unánimes. No les sirvió, hasta el punto de que el Papa constituyó otra comisión con otras personas sobre el mismo tema y deben de seguir trabajando porque no han presentado aún ningún documento. Están discerniendo si bíblica y teológicamente hay alguna posibilidad. Por ejemplo, en las cartas de san Pablo se habla de alguna diaconisa pero, ¿qué quiere decir eso? ¿Es lo que entendemos hoy por un diácono o era una servidora?

¿De qué temas se tendría que hablar más en el Sínodo?
Se debe madurar la eclesiología, qué idea tenemos de Iglesia. Descubro que todavía hay muchas personas, obispos, sacerdotes y laicos, que tienen una idea de la Iglesia muy autorreferencial. El Papa ha dicho siempre que la Iglesia no debe ser autorreferencial, su objetivo no es ella misma. No trabajamos para la Iglesia, nuestro objetivo no es conseguir más fieles. Ese es el trabajo de Dios. Tenemos como meta y objetivo el Reino de Dios y eso es algo que no todos tienen suficientemente presente. Jesús nos dijo: «Buscad primero el Reino de Dios y el resto se os dará por añadidura». Buscar el Reino de Dios significa trabajar por la paz, la justica, la libertad, la vida y el amor. Y no solamente nosotros, sino con los demás, musulmanes, budistas o ateos.

¿Cómo superamos esas visiones autorreferenciales?
Se dan sobre todo en Iglesias de larga tradición como España, Francia e Italia, donde la mayoría son católicos. Cuando estás en minoría, obligatoriamente tienes que encontrar sentido a tu presencia, que no crece numéricamente. Este tipo de encuentros ayudan mucho a personas que nunca han salido de su pequeño mundo y de repente se encuentran con Iglesias tan auténticas y diferentes como la suya.

¿Cuáles han sido los mayores puntos de encuentro? ¿Hay algo sólido y novedoso que podamos esperar de la síntesis?
No sé hasta qué punto es novedoso, porque ya está todo contenido en los Evangelios, en la tradición de la Iglesia y en el Concilio Vaticano II, que todavía estamos intentando aplicar. Una de las cosas que no se practicaba demasiado era la participación de todos, la importancia de tener presente que por el bautismo somos todos sacerdotes, profetas y reyes. Por eso debemos participar de una manera diferencial en la Iglesia, en la santificación a través de los sacramentos, en la liturgia y en el anuncio de la Palabra.

¿Cuál ha sido su experiencia en los círculos? ¿Ha tratado con laicos diversos? ¿Han venido preparados?
En todos los círculos hay al menos uno o dos laicos. Son unos 70. Han venido muy preparados y participado al mismo nivel que los otros. Yo he estado en círculos hispanófonos y me ha interesado la temática latinoamericana, porque he vivido 18 años en Paraguay y cuatro en Bolivia. Aunque he lamentado no estar con grupos franceses y tratar la temática africana, que ahora como arzobispo de Rabat me toca más.

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