Boo: «En las congregaciones generales salían muchas ideas que recuerdan a Francisco»
El vaticanista y colaborador de Alfa y Omega cree que «la sinodalidad ya forma parte de la cultura común» y considera «irrelevante» el «ruido» de los críticos con el Papa argentino
El final de las congregaciones generales, este martes, lanza de cara al cónclave un mensaje de continuidad con el pontificado de Francisco. Es la lectura que hace el vaticanista y colaborador de Alfa y Omega Juan Vicente Boo. Considera «irrelevante» el «ruido» generado al principio por los cardenales más contrarios a Francisco. «A la mayoría de electores les molestan», opina; pero debido a que «muchos conocían poco el mecanismo» de estos encuentros, «los primeros días estaban escuchando a los más veteranos».
Sin embargo en los últimos días, sobre todo este lunes, «ya se iban centrando los temas. Y salían muchas ideas que recuerdan a Francisco: que el Papa sea una persona presente y cercana, la unidad o el mantener la puerta abierta a todos». En esta línea, cree que uno de los nombres que más circulan, el del ex secretario de Estado Pietro Parolin, «tiene menos dotes de comunicación» de lo que este perfil requiere. «Pero ha hecho un trabajo fantástico que podría seguir con el siguiente Pontífice».
Otras cuestiones claves son «los laicos, las mujeres y la sinodalidad. Esta última ha salido varias veces y ya forma parte de la cultura común». También se está hablando de «eclesiología de comunión, de escuchar a todos y que luego decidan los que tengan que decidir. Y abordaron algo muy significativo, el compromiso de apoyar al Papa».
Una trampa
El vaticanista previene frente al discurso de que «hay división y el siguiente Papa tiene que hacer equilibrio para recoger a las dos alas», una conservadora y la otra liberal. La considera una «trampa» del ala más contraria a Francisco. No se han oído voces significativas pidiendo «la ordenación de mujeres» y cuestiones similares, argumenta; y sí las de los críticos del anterior pontificado.
En cuanto a la relación con la sociedad, Boo ve que predomina la perspectiva de un mundo «en guerra y fragmentado, el cuidado de la creación, el no olvidarse de los pobres, la imagen de los migrantes como un don para los países que lo reciben…».
En días previos, explica Boo, se trató un «tema que se tiene que seguir trabajando, el económico». En este ámbito, la cuestión central «ya no es la corrupción, como en el precónclave de 2013, sino el déficit» de las cuentas vaticanas.
El vaticanista no ha percibido un ritmo más apretado en las reuniones que podría ser fruto de la mayor cantidad y diversidad de los cardenales. Sí han sido «más largas», al haber más participantes. «En 2013 fueron mañana y tarde todos los días, y esta vez no ha habido algunos días por la tarde y se tomaron el 1 de mayo libre». No significa que los cardenales no estén hablando entre sí, sino que en esos huecos también «hablan entre ellos» en otros formatos.