El obispo de Sigüenza-Guadalajara dona sus regalos de aniversario episcopal a La Palma

«La Iglesia en general, y el obispo en particular, tiene que estar cerca de los pobres y necesitados, de los sintecho, y en estos momentos en que hay muchos hermanos en La Palma que están así –sin casa, sin posesiones y sin trabajo– son ellos los que deben recibir nuestra ayuda», afirma el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, que destinará todo lo que se recoja con motivo de sus bodas de oro sacerdotales y de plata episcopales a los afectados por la erupción del volcán en la isla de La Palma.

Para ello ha habilitado una cuenta especial abierta hasta el 15 de octubre, de modo que al día siguiente parta todo lo recaudado a Canarias con destino a Cáritas Tenerife, con el objetivo de ayudar a los damnificados por la catástrofe.

Don Atilano hizo el anuncio durante la homilía de la Eucaristía celebrada el pasado sábado en la catedral de Sigüenza, y aunque en un primer momento el destino de los donativos iba a ser el sostenimiento de las misiones, el obispo ha decidido cambiar a los beneficiarios tras los sucesos en la isla en los últimos días.

«Más allá de la cantidad que al final se pueda recoger –continúa el obispo de Sigüenza-Guadalajara–, lo más importante es que en La Palma vean nuestra solidaridad, porque en situaciones como esta la gente se siente muy sola y desamparada».

Atilano Rodríguez considera que durante estos días la Iglesia se está volcando con los damnificados por la erupción del volcán, pues «en todas las diócesis hay cuentas abiertas en bancos para unificar las aportaciones de los fieles». Además, «los españoles somos muy solidarios», ya que en ocasiones como estas «siempre mostramos nuestra cercanía y atención con los que sufren».