Así será el ritual funerario del Papa
Francisco simplificó hace apenas unos meses el ritual de los funerales pontificios
El Papa Francisco pidió hace unos meses «simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma exprese mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado», subrayó a finales de noviembre el maestro de las celebraciones litúrgicas del Vaticano, el arzobispo Diego Ravelli.
Por este motivo, la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice publicó un nuevo ritual para guiar los funerales del Papa. Si con Benedicto XVI se siguió el rito de 1996, el nuevo rito subrayará «aún más que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo», explicó en su día Ravelli.
Así, una novedad será la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana, ya que Francisco ya había adelantado con anterioridad su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Antes, tras la constatación de su muerte el cuerpo se habrá depositado en un único ataúd de madera con el interior de zinc, antes de ser trasladado directamente para su velatorio.
En lo relativo a la llamada segunda estación, el cuerpo del Papa difunto se expondrá en San Pedro directamente en un féretro abierto, pero no en un catafalco como había sido hasta ahora, y tampoco se colocará el báculo junto al ataúd durante esta exposición.
De cara al entierro, Francisco ya eliminó la tradición de enterrar a los Papas en tres ataúdes: uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble u otra madera. Y durante todos los rituales se utilizarán títulos más sencillos, eliminando la alusión «Romano Pontífice».