Gentes: María Vallejo-Nágera, escritora (en Adelante la Fe)
He descubierto que soy una pecadora terrible que caigo siempre en lo mismo; que Jesús, sorprendentemente, me ama con locura a pesar de ello; que, más sorprendente aún, su Madre Bendita me ama como si fuera su propia hija, sabiendo como sabe que crucifiqué a su Hijo; que lo único que importa en esta vida es salvar nuestra alma; que la vida es cortísima y que sólo debemos pensar en ir al cielo, para siempre, junto a Dios, un Dios que nos creó precisamente para vivir llenos de amor junto a Él. Vivir puede llegar a ser tarea muy ardua, pero si se vive con Cristo, la montaña se hace colina. Sólo hay que tener los ojos fijos en Él.
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