Sin parte médico del Papa, el Vaticano confirma la llamada entre Parolin y Zelenski
Califica la falta de novedades sanitarias como «un elemento positivo» y se centra en la conversación del presidente ucraniano con el Secretario de Estado
«Hoy no se ha publicado boletín porque los médicos consideran que la situación [sanitaria del Papa Francisco] se mantiene estable». Es la primera frase del escueto comunicado que la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha revelado este viernes a las puertas de las 20 horas. Según sus funcionarios, «no hay novedades del cuadro clínico respecto a los últimos días». Algo que califican de modo tajante y explícito como «un elemento positivo».
De lo que sí da fe el Vaticano con cinco palabras es que está «confirmada la llamada Parolin-Zelenski». Una conversación que, según ha revelado el propio presidente Ucraniano en su cuenta de X —antaño Twitter— refleja que «la voz de la Santa Sede es muy importante en el camino hacia la paz». Además, el mandatario revela que «deseé una pronta recuperación para el Papa Francisco y le envié mi agradecimiento por sus oraciones y su apoyo moral para nuestra gente». También «sus esfuerzos para facilitar el retorno de los niños ucranianos ilegalmente desplazados a Rusia».
Siguiendo con la salud de Francisco, Sala Stampa explica que «el sábado por la mañana no habrá ninguna comunicación más sobre cómo pasó la noche». Tampoco se emitirá ese segundo comunicado matutino en el que normalmente se hablaba de su desayuno, la prensa que leía y sus actividades laborales. No obstante, se seguirán emitiendo comunicados vespertinos, aunque «no serán siempre acompañados de boletines» médicos. Que es lo que ha sucedido este viernes. Eso sí, el sábado sí se publicará el de aquella jornada.
De acuerdo con Sala Stampa, «la recuperación del Papa es lenta y se necesitará tiempo para que se consoliden las mejoras». Es un mensaje en el que lleva insistiendo durante los 29 días que ya se ha prolongado su ingreso hospitalario. Es una jornada más de las 28 que duró el segundo ingreso más largo de Juan Pablo II en el mismo centro. En 1994, cuando tenía 73 años, pasó una larga temporada allí tras una fractura de cadera y su consecuente hospitalización. Aunque su estancia más dilatada fue de 55 días, cuando fue ingresado a causa de un virus y fue operado de nuevo para concluir la intervención que salvó su vida en mayo de aquel año tras sufrir un atentado en Plaza de San Pedro.