Yo necesitaba leer este libro y lo necesitaba ahora, en este tiempo en que las humanidades van de capa caída y lloran arrinconadas en la esquina más oscura del sistema educativo. Así, cuando todo parecía más oscuro, ha llegado Alejandro Rodríguez de la Peña a rescatar el legado luminoso de la deslumbrante Edad Media a través de La Europa de Dante, que ha publicado hace apenas unos meses la editorial El Buey Mudo.
Los lectores de cosas medievales no necesitan que yo les presente a Alejandro Rodríguez de la Peña, catedrático de Historia Medieval, lector incasable y humanista a carta cabal. Quizá otros podrían haber escrito otro libro con la misma autoridad, pero no sé si les hubiese quedado un libro, al mismo tiempo, tan erudito, ameno y bello. La obra va en la línea de alta divulgación de otros de sus grandes textos más recientes —Imperios de crueldad (Encuentro, 2022) e Iniquidad: el nacimiento del Estado y la crueldad social en las primeras civilizaciones (Rialp, 2023)— pero no merma el rigor de su magnum opus Los reyes sabios: cultura y poder en la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media (Actas, 2008).
Sin embargo, La Europa de Dante no es solo un libro de historia, sino un verdadero canto «a las formas de la vida y del espíritu», por tomar la feliz expresión de Huizinga en el subtítulo de El otoño de la Edad Media, que florecieron en el Occidente cristiano entre los siglos XII y XIV. A partir de la figura de Dante, príncipe de los poetas medievales y espejo de los poetas del Renacimiento, Rodríguez de la Peña nos toma de la mano para recorrer ese periodo que la modernidad quiso condenar como oscuro y que se nos presenta hoy bajo otra luz y otros colores: los de Giotto, los de las vidrieras góticas y, naturalmente, los de los versos de Dante. A partir del gran poeta florentino, Rodríguez de la Peña describe una civilización. Anuncia el autor que «si Virgilio fue el guía de Dante en el mundo de ultratumba, por nuestra parte tomaremos a Dante por guía para viajar en el tiempo a la edad de oro de la cristiandad medieval». Y añade: «Utilizar a Dante como guía sería la manera de conseguir un marco cultural para este ensayo con la mayor universalidad posible».
Estructurado en tres partes —«Studium», «Imperium» y «Sacerdotium»— que se corresponden, simbólicamente, con Atenas, Roma y Jerusalén, la obra sintetiza los grandes rasgos de la cultura del Occidente latino: la síntesis de la tradición grecorromana, la germana y la cristiana, el ideal humanista, la aspiración del imperio universal, la compasión y la religiosidad medieval, la visión del universo… Por sus páginas transitan Sócrates y los padres de la Iglesia, Platón y Aristóteles, san Agustín y santo Tomás de Aquino, san Benito y san Francisco, Dionisio Areopagita, Virgilio, san Bernardo de Claraval, los grandes Papas del Medioevo, reyes de Francia y de Castilla, emperadores, cortesanos, güelfos negros, güelfos blancos, gibelinos y, por supuesto, Beatriz, a la que tanto amó Dante.
Así, desde el Renacimiento del siglo XII podemos comprender en toda su extensión el del siglo XV y su prolongación en el XVI. Sus 256 páginas son generosas en citas y referencias bibliográficas. Abundan las de Alessandro Barbero, Georges Duby, Eugenio Garín y Étienne Gilson. Cada página de La Europa de Dante invitará al lector a saber más, a leer más, a descubrir más de ese mundo que Rodríguez de la Peña y Dante nos van desvelando.
A estas alturas, no se les oculta que recomiendo La Europa de Dante sin reservas. Salvo el robo, el hurto y la estafa, traten de conseguirlo por cualquier medio que puedan. Pídanlo como regalo y regálenselo a aquellos a quienes amen. No dejen de leerlo. Que Dante y Beatriz les sean propicios.
Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña
El buey mudo
2024
256
17,90 €