Carballo aboga por construir una iglesia «inclusiva» donde «nadie se quede fuera» - Alfa y Omega

Carballo aboga por construir una iglesia «inclusiva» donde «nadie se quede fuera»

Tomó posesión este sábado como arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz y este domingo ha celebrado su primera Misa en la concatedral de Mérida

Redacción
Carballo saluda a la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola
Carballo saluda a la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. Foto: Archidiócesis Mérida-Badajoz.

El nuevo arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, ha celebrado este domingo a las 12:00 horas, en la concatedral de Mérida, su primera Misa después de su toma de posesión el pasado sábado en la catedral de Badajoz. Al acceder a este ministerio, Carballo manifestó sus deseos de construir una iglesia «inclusiva y de puertas abiertas» donde «nadie se quede fuera». También habló de una «iglesia familia centrada en Cristo y descentrada por su cercanía» a todo el mundo.

Asimismo, Rodríguez Carballo apostó por una institución «propositiva que no se refugie en una pastoral de nostalgia» y del «siempre se hizo así», y donde prime, en su lugar, una «nueva en su ardor, métodos y expresiones». Como «urgencias» para su nueva comunidad diocesana, el arzobispo coadjutor entrante apuntó a la pastoral «familiar y vocacional», tal como le han transmitido hasta el momento algunos de los sacerdotes con los que se ha encontrado.

Una línea similar siguió durante su homilía el arzobispo actual, Celso Morga, a quien Rodríguez Carballo sustituirá cuando la Santa Sede acepte su renuncia, presentada al cumplir 75 años en enero pasado. Morga definió la archidiócesis de Mérida-Badajoz como un espacio que se distingue por su «nobleza, sencillez, piedad y acogida sin exclusiones», algo que también destacó como «características propias» de los extremeños.

«En nuestra Iglesia de Mérida-Badajoz intentamos vivir esa unidad como un tesoro precioso de Cristo y del Espíritu por encima de todas nuestras diferencias», aseguró Morga al tiempo que recordó a su sucesor que «solamente desde una verdadera y profunda unidad eclesial» será posible «trabajar sinodalmente en bien del Evangelio».

Un «contrabandista de amor»

En sus primeras palabras como arzobispo coadjutor, Rodríguez Carballo se definió, parafraseando una canción interpretada por los feligreses portugueses que divisaron por primera vez Badajoz, como un «contrabandista de amor» de su nueva comunidad, cuya tierra ya siente como propia y espera conocer con mayor profundidad y cercanía. Tras describirse también como un «portador de saudade (nostalgia) y morriña» de su tierra y cultura gallega, el nuevo arzobispo aseguró que «ya» se siente «extremeño», al tiempo que pidió a los feligreses de su archidiócesis que le acojan «con benevolencia» como a un «hermano y pastor» que está «necesitado» de su «fraterna ayuda y colaboración».

Asimismo prometió gastarse y desgastarse «a tiempo y a destiempo» por el «rebaño» que le ha sido confiado, así como entregarse en su misión de «salir al encuentro de las ovejas descarriadas» y sacarlas «de todos los lugares donde se dispersaron». Como respuesta a la retórica pregunta de la Iglesia diocesana con la que sueña, el gallego manifestó sus deseos de construir una institución «misionera hacia el mundo de las periferias», cuyo claustro sea el mundo, y donde se puedan «escuchar las preguntas y los desafíos» de la actualidad.

Palabras de Morga

En este sentido, durante su predicación Morga le advirtió que se encontrará con un presbiterio «sencillo, sin sutiles clericalismos, cariñoso, noble, sincero, alegre y culto», pero que tiene «fallos» con la «posibilidad de mejorar». Ya con un cierto tinte de despedida, el arzobispo manifestó sentirse «muy contento, honrado y agradecido» por pertenecer «ya de por vida» al presbiterio de Mérida-Badajoz.

Morga, de origen riojano, también llegó a esta diócesis como obispo coadjutor en noviembre de 2014, entre autoridades como la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y unos 200 celebrantes entre sacerdotes, obispos, arzobispos y cardenales. Se convirtió en arzobispo titular en mayo de 2015, cuando el Papa Francisco aceptó la renuncia de Santiago García Aracil.

Además de la asistencia del nuncio en España, Bernardito Auza, hubo una importante presencia de la comunidad franciscana ya que el nuevo arzobispo coadjutor fue ministro general de esta orden durante una década. Asistieron también algunos miembros del Dicasterio para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, del que Rodríguez Carballo ha sido secretario hasta su actual nombramiento.