«Las monjas han tenido que rescatar niños antes de que lleguen los perros»

La mejor forma de conocer Tierra Santa es, sin duda, peregrinando hasta allí. Caminar por donde lo hizo Cristo. Conocer in situ a los cristianos que pueblan la tierra donde nació Jesús. Con un espíritu parecido, de ahondar en el conocimiento de tantos lugares bíblicos, la diócesis de Getafe y la Custodia de Tierra Santa en España, junto con la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro, han organizado el curso Tierra Santa, de la revelación al credo.

En el mismo se «abordará le revelación desde los orígenes bíblicos hasta el presente y la relación de los cristianos tanto con el judaísmo como con el islam». La idea es «dar a conocer la situación del cristianismo» en la región, en todos aquellos «lugares bíblicos comprendidos desde Irak hasta Egipto», explican desde la diócesis.

Con este objetivo, el curso estará impartido por Aquilino Castillo, representante de la Custodia de Tierra Santa en España, y por María José Fernández, dama de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro. «En concreto, me voy a encargar de la segunda parte del seminario y me han pedido que hable de la orden, de la labor del Patriarcado Latino de Jerusalén, de cómo la orden ayuda al patriarcado, de cómo se proyectan las ayudas en Tierra Santa…», explica Fernández en conversación con Alfa y Omega.

Orden del Santo Sepulcro

El origen de la orden «se sitúa en 1095, en la época de las cruzadas». De hecho, «se disuelve una vez que los cruzados han conquistado Jerusalén y vuelven a Europa», detalla la también coordinadora de Voluntariado en Tierra Santa de la sede española de la entidad. Así sucede en todos los países «menos en España, que teníamos nuestra cruzada particular» y, por lo tanto, los caballeros «se incorporan a la reconquista hasta que esta se logra».

Posteriormente, la institución «se queda como en stand by», pero «en 1847 se reinstaura el Patriarcado Latino de Jerusalén –que había desaparecido en 1200 con la pérdida de los territorios latinos de la región–, y el Papa decide reactivar la orden para que sea el soporte económico del patriarcado», asegura la dama. «El Papa no podía mantener al patriarcado y encarga a parte de las familias de los caballeros que habían pertenecido a esa orden la misión de ser los custodios de la presencia cristiana en Tierra Santa, que es diferente de ser los custodios de Tierra Santa», añade.

La labor se centra en «ayudar a los que ayudan. Colaborar en el mantenimiento de una estructura económico-social que permita a los cristianos el ejercicio de su religión». En la actualidad, la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro cuenta con 30.000 miembros y tiene presencia en 60 países distintos.

Niños con discapacidad

Por su parte, María José se encarga de la coordinación del voluntariado en Tierra Santa de la Lugartenencia de la orden en la España Occidental –como llaman a sus provincias–. «Todos los años convoco un voluntariado para ir a trabajar a Tierra Santa», ahonda.

El último tuvo lugar, lógicamente, antes de la pandemia, en 2019. «Fuimos un grupo de 15 personas a Belén. Estuvimos con las hermanas del Verbo Encarnado, que en el Hogar Niño Dios acogen a niños con graves discapacidades. Es una labor increíble», define Fernández.

Aquel año, parte del grupo hizo su voluntariado en el orfanato de las misioneras de la caridad de san Vicente de Paul. «Cuidan a niños palestinos abandonados de entre 0 y 5 años. Tienen unas historias verdaderamente trágicas que ponen los pelos de punta», advierte. Y pone un par de ejemplo: «Son niños encontrados en contenedores de basura. A otros les han rescatado en plena noche. En alguna ocasión las monjas han tenido que salir a las dos de la mañana siguiendo el rastro del llanto de un niño para rescatarlo antes de que lleguen los perros», concluye.