Los sótanos del Parlamento Europeo se convertirán en un centro de tortura

El próximo 18 de febrero a las 18:00 horas los sótanos del Parlamento Europeo en Bruselas se transformarán en un centro de tortura por el que desfilarán europarlamentarios, funcionarios de la Unión Europea y del cuerpo diplomático para que experimenten en primera persona la crueldad de la tortura moderna.

La iniciativa se trata de una obra artística titulada White Torture – Underground poetry (Tortura Blanca – Poesía bajo tierra) que está escrita y dirigida por el activista de derechos humanos Lorent Saleh y que cuenta con la colaboración audiovisual del artista plástico venezolano Zoltan Kunckel.

Lorent Enrique Gómez Saleh fue galardonado con el premio Sájarov en 2017, concedido por el Parlamento de Europa, mientras era torturado por integrantes del régimen de Nicolás Maduro.

Durante sus cuatro años de presidio se le practicó la tortura blanca, que es aquella que «no deja marca. Me torturaron con la luz, los sonidos, la temperatura. Tenía tanto frío que deseaba que entraran a pegarme para poder entrar en calor. Había ocasiones en las que no sabía si estaba dormido o despierto, vivo o muerto. Incluso se me llegó a olvidar mi rostro», aseguraba el propio Saleh a principios de año en una entrevista concedida a este semanario.

En White Torture, «la tortura se presenta en forma de imágenes, texturas y poemas escritos por Saleh durante sus años de prisión en Venezuela, arrastrando a los espectadores a la intimidad y el sufrimiento intenso de un preso de conciencia que enfrenta el morbo y la inclemencia de un torturador invisible», explican los responsables de la iniciativa.

El proyecto trata de incidir en la urgente necesidad de actuar a favor de la protección de los derechos humanos y la liberación de los presos políticos. De esta forma, la propuesta de Lorent Saleh busca «sensibilizar y movilizar a funcionarios capaces de tomar decisiones en el campo de los derechos humanos, especialmente contra la tortura psicológica que se ejerce en todo el mundo y las barreras que aún existen para abordarla y proteger a las víctimas».