50 años del primer templo proyectado siguiendo las directrices del Vaticano II
Don Carlos Osoro celebró este domingo, a las 12 h., la Misa con la que ha dado comienzo el año del cincuentenario de la Iglesia de Santa Ana y la Esperanza. Las celebraciones se extenderán durante todo el año
La parroquia de Santa Ana fue erigida canónicamente por Decreto del Arzobispado de Madrid el día 15 de mayo de 1965, hace ahora 50 años. Nacía prácticamente a la vez que los edificios que la rodean, que constituían su ámbito de actuación y que formaban los antiguos polígonos H y X, según la terminología que entonces se empleaba y que hoy es el espacio comprendido entre las calles de Hacienda de Pavones, Pico de los Artilleros, Camino de los Vinateros y Avenida de Moratalaz, comprende dos espacios separados, o mejor dicho, unidos por la calle de la Cañada.
Provisionalmente la parroquia se ubicó en los bajos de un edificio mientras se construía la iglesia que hoy conocemos situada en el número 35 de la citada calle de la Cañada.
La iglesia y el complejo parroquial se deben al arquitecto Miguel Fisac y fue el primer templo proyectado siguiendo las directrices marcadas por el Concilio Vaticano II. Las misas ya no eran en latín ni de espaldas a los asistentes. Para ello Fisac diseñó una planta en forma de óvalo en la que todo converge en el presbiterio. Los bancos, también diseñados por Fisac, están dispuestos en forma de abanico en el que el altar es su centro.
La nueva iglesia fue consagrada solemnemente por el arzobispo de Madrid, monseñor Casimiro Morcillo, el 18 de diciembre de 1966. En 1989 la parroquia se unificó con la de Nuestra Señora de la Esperanza que se encontraba a poca distancia y que fue afectada por el desprendimiento de una grúa de gran tamaño que la dejó inservible para el culto. La parroquia resultante, atendida por los Padres Agustinos, tomó el nombre de Santa Ana y la Esperanza, que es como la conocemos hoy.
La iglesia forma parte de nuestro barrio y también forma parte de la historia de muchos de sus vecinos. La historia de la parroquia es también la historia de sus feligreses y en ella están hilvanados muchos de los episodios más importantes de sus vidas: sus matrimonios o los de sus hijos, bautizos de hijos y de nietos, primeras comuniones, confirmaciones, eucaristías… y formando parte de la propia vida, también funerales de seres queridos.
A través de los grupos parroquiales, los feligreses que lo desean pueden participar más activamente en la vida de la parroquia de acuerdo con sus aptitudes y preferencias: grupos pastorales, grupos de formación y catequesis, Cáritas y acción social, etc.
Todo esto a lo largo de 50 años. Como es habitual los cincuentenarios son fechas que adquieren una relevancia especial y suelen ser motivo de celebración. Y la parroquia de Santa Ana y la Esperanza va a seguir esta tradición. Va a conmemorar este evento durante un año: El Año del Cincuentenario.
El domingo 7 de junio, a las 12 horas, han dado comienzo las celebraciones con una misa solemne presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro Sierra. Le acompañó en el presbiterio el P. Provincial, el Vicario Episcopal de la Vicaría III, nuestro párroco, padre Ángel Camino Lamelas, la comunidad agustina actual y agustinos de la Orden en España, sobre todo los que han sido párrocos y los que han residido en la comunidad. En la asamblea estuvieron los parroquianos y amigos de Santa Ana y la Esperanza, felices de dar gracias a Dios por esta efemérides singular.
Durante todo un año se irán sucediendo actividades litúrgicas y profanas que tienen por objeto, además de recordar el tiempo vivido en común, el fomentar el conocimiento mutuo de los feligreses y el poner la bases para que generaciones futuras puedan conmemorar con la misma alegría otros cincuenta años de vida de la parroquia.
Luis Martínez de Salinas
parroquiano