40.000 personas sin hogar en España se enfrentan a la ola de frío
Las ONG que trabajan en España con personas sin hogar refuerzan estos días sus acciones de intervención ante la bajada de las temperaturas que agrava la situación de este colectivo. En España, se calcula que unas 40.000 personas viven en la calle, según estimaciones de Cáritas
En concreto, Cruz Roja cuenta con Unidades de Emergencia Social en 34 provincias españolas integradas por más de 2.000 voluntarios y trabajadores sanitarios, psicólogos y médicos, entre otros, que ofrecen una respuesta in situ a situaciones de emergencia social que afectan a las personas que viven en la calle, llevándoles café, comida, abrigo, materiales de aseo e higiene, atención sanitaria y escucha.
La organización asegura que se ha producido un aumento de la exclusión residencial entre las personas que atiende, tres veces superior al que sufre la población general. En este contexto, se hacen aún más necesarias estas Unidades de Emergencia Social, mayoritariamente financiadas a través de fondos procedentes del 0,7 % del IRPF destinada a otros fines de interés social.
«Nuestro objetivo, además de ofrecer ayuda básica como el café con leche, mantas, bocadillos, es, sobre todo, ofrecerles todo el apoyo posible para tratar de salir de esa situación», apunta una voluntaria de una de las Unidades de Emergencia Social, Belén.
Asimismo, Cruz Roja realiza otro tipo de intervenciones. Así por ejemplo, en Granada cuentan con el proyecto La Tahona, dos pisos en los que las familias pueden comer y preparar la comida para varios días de la semana, hacer la colada o acceder a talleres de ahorro.
Mientras, en Castellón tienen el Café Solidario, a través del cual un grupo de voluntarios sale cada noche con un vehículo y ofrece café con leche, sopa caliente y algo de comida, así como ropa de abrigo a las personas que pernoctan en la calle. A través de todas estas acciones, Cruz Roja Española atiende a más de 11.000 personas sin hogar anualmente.
Por su parte, Cáritas también pone en marcha dispositivos asistenciales de carácter temporal o de refuerzo ante la ola de frío, tanto por parte de muchas Cáritas diocesanas y de otras entidades, como en el marco de convenios de colaboración de las administraciones municipales.
«El que mata no es el frío»
En cualquier caso, Cáritas advierte de que la situación de precariedad que afecta a las personas sin hogar «no es un fenómeno estacional ni vinculado a fluctuaciones climáticas».
«No es el frío el que puede matar o generar situaciones de mayor gravedad a estas personas, que son protagonistas de situaciones dramáticas y luctuosas a lo largo de todo el año, sino que la causa hay que situarla en las serias limitaciones de acceso a sus derechos básicos», subrayan a Europa Press desde Cáritas.
Por ello, consideran «imprescindible» dar prioridad a medidas sociales y políticas que garanticen el acceso y el derecho a una vivienda digna y adecuada a todas las personas, en especial a las personas sin hogar, «todos los días del año, independientemente de las temperaturas».
Por otro lado, desde la ONG Mensajeros de la Paz, cuyo presidente es el padre Ángel García, trabajan con las personas sin hogar todos los días del año desde la Iglesia de San Antón, en el número 63 de la madrileña calle de Hortaleza, una ayuda que mantienen en estos días de frío ofreciendo aseo público, desayuno, café permanente, jabón y cepillo de dientes a una media diaria de 300 personas en situación de calle.
Derivados al Samur Social
Aunque en épocas de lluvia se han quedado a dormir más de 50 personas al día, la iglesia no está acondicionada para convertirse en un albergue por medidas de higiene y seguridad que no cumple, según indica la organización. Por ello, desde hace meses derivan a la gente al Samur Social y cuando no les permiten quedarse en un albergue, Mensajeros de la Paz les paga la estancia en un hostal. Esto es lo que han hecho con un grupo de unas seis personas sin hogar que, por motivos de salud, no podían seguir durmiendo a la intemperie.
Por otra parte, la organización del padre Ángel trabaja con familias que sufren pobreza energética ayudándolas a pagar los suministros. En el año 2016, en el Banco Solidario de Madrid invirtieron 16.698 euros en pago de facturas de gas y de luz de cerca de 70 familias.
El padre Ángel ha querido hacer también hincapié en la situación que están sufriendo los refugiados que huyen de la guerra y la persecución ante la ola de frío y ha invitado a los ciudadanos a manifestarse, ya sea con «mantas» o «con trajes de baño» para llamar la atención de los gobernantes y que «abran las fronteras» dando refugio a estas personas.
«Es una tristeza inmensa, nos tiene que doler en el alma, nosotros estamos en un campamento de refugiados, damos mil y pico comidas, ya basta de que estén tiritando de frío tantas personas. Esto ya no es solo un problema de los gobernantes sino de la sociedad entera», ha enfatizado.