Las tres razones de la Plataforma Concertados para pedir la paralización de la ley Celaá - Alfa y Omega

Las tres razones de la Plataforma Concertados para pedir la paralización de la ley Celaá

Sostiene que se está hurtando el debate social sobre la LOMLOE, una ley que, además, supone «un retroceso para el sistema educativo» y «pone límites a las libertades de los ciudadanos»

Redacción
Foto: Isabel Permuy

La Plataforma Concertados ha recordado este martes su postura en contra de la reforma educativa que promueve el Gobierno y, para ello, ha realizado una serie de materiales en los que detalla las tres razones por las debe ser paralizada. Son cuestiones de forma y de contenido:

  1. Se hurta el debate social: «La LOMLOE tacha a la LOMCE de ser una ley no consensuada. Sin embargo, el Gobierno pretende avanzar el proyecto dela LOMLOE sin debate parlamentario real y sin diálogo social, en plena pandemia y en Estado de alarma, con un Gobierno en debilidad y en clara minoría parlamentaria».
  2. Supone retroceso para el sistema educativo: «Es una vuelta a la fracasada LOE, una norma cuestionada que ya nos había llevado a niveles muy bajos en todos los indicadores internacionales».
  3. Pone límites a las libertades de los ciudadanos: «Inventa un derecho a la educación pública frente al único derecho a la educación; insiste sospechosamente en los derechos de la infancia que nadie cuestiona, ante lo que intuimos un nuevo ataque a las familias; introduce un comisario político en el Consejo Escolar; posterga la enseñanza de la Religión; impone una nueva asignatura de educación en valores cívicos y éticos no basada en valores consensuados; y limita la autonomía de los centros».

Por todo ello, la Plataforma Concertados reclama al Gobierno que paralice la tramitación de la LOMLOE hasta que las circunstancias sociosanitarias «permitan un debate parlamentario y social real que nos lleve a una ley de consenso y que respete el lugar que corresponde a la red concertada dentro de nuestro sistema educativo».

Concapa, en el Congreso de los Diputados

Por otra parte, el presidente de Concapa, Pedro José Caballero, participó este lunes en el grupo de trabajo de Políticas Sociales y Sistema de Cuidados de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados. En su intervención detalló las prioridades de las familias católicas en materia educativa a nivel general, así como una serie de medidas concretas para dar respuesta a la situación generada por la pandemia del COVID-19.

En primer lugar, Caballero afirmó que el compromiso y el deber con las generaciones venideras de intentar crear el marco necesario para la reconstrucción social y económica del país debe desarrollarse siempre «dentro de los derechos y libertades fundamentales de todos los españoles». Y citó, este caso, el derecho a la libertad de educación, a la creación de centros educativos y a la libertad religiosa. Abogó, asimismo, por la promoción de la cooperación territorial para evitar desigualdades, por mejorar la inversión en educación y por un pacto educativo que dé «serenidad y estabilidad al sistema, sacándolo de la política, y garantizando aspectos fundamentales que permanezcan inalterables varias legislaturas».

Propuestas para la vuelva al colegio

Dicho esto, el presidente de Concapa manifestó a los diputados presentes su sorpresa al comprobar cómo se está planteando la vuelta al colegio, algo, añadió, que está generando «un verdadero malestar e incertidumbre en las familias».Así, lanzó propuestas en dos sentidos para afrontar la situación actual: desde el punto de vista de la familia y desde el punto de vista de la escuela.

En primer lugar, reclamó que los padres puedan elegir horarios laborales en las empresas y que estos se puedan compaginar con el teletrabajo; que se cuente con tres o cuatro horas al trimestre para las tutorías de los hijos; que, en la vuelta al colegio, se coloque a los niños de una misma familia en un mismo horario si va a haber diferentes turnos; que se prepare a profesores, alumnos y trabajadores en las tecnologías necesarias para poder realizar las clases online; se facilite el acceso a la tecnología para que ninguna familia se quede atrás; y se incorpore de manera inmediata al alumnado a las aulas respetando las medidas de seguridad.

En segundo lugar, pidió que se tenga en cuenta a los alumnos con necesidades especiales, porque la supresión de las clases ha supuesto «un verdadero reto para las familias» y ha provocado que estos alumnos hayan dejado de recibir tratamientos muy importantes. Del mismo modo, propuso que se dote al profesorado de los recursos necesarios para la enseñanza online y se garantice a los centros las dotaciones suficientes –humanas, económicas y materiales– para llevar a cabo su labor. También que haya flexibilidad en el sistema, se fomente la participación, implicación y formación de las familias y se combata la brecha digital, que las asociaciones de padres y madres elevan al 15 % frente al 3 % que estima el Ministerio de Educación.

«La educación es una inversión de futuro y sus resultados son a largo plazo, aunque esta situación excepcional creada por la pandemia, nos obligará a todos a una actuación inmediata en el campo educativo, no solo de modernización, sino también de adaptación a las nuevas realidades», concluyó Caballero.