Una presencia sencilla y discreta - Alfa y Omega

Una presencia sencilla y discreta

Alfa y Omega
Foto: Europa Press / Jesús Hellín.

Solo en Madrid, la comunidad autónoma más castigada por el coronavirus, hay en estos momentos en torno a 185 capellanes en los hospitales. Como cuentan esta semana en Alfa y Omega dos de los sacerdotes que atienden el hospital temporal de IFEMA, su tarea fundamental es escuchar y acompañar cuando lo deseen a los enfermos y a los sanitarios, que están desviviéndose.

Además de garantizar el derecho a la asistencia religiosa de los pacientes, siempre según las pautas de las autoridades sanitarias, su presencia sencilla y discreta muestra que Dios no abandona a nadie. Con sus palabras de aliento y sus silencios, con sus gestos de cariño con los familiares, intentan infundir esperanza donde a veces resulta tan difícil encontrarla.

Su labor no se aleja mucho de la que llevan a cabo los misioneros en los lugares más recónditos del mundo o las Cáritas parroquiales desbordadas por los efectos económicos de la pandemia, a los que también dedicamos espacio en este número. Actúan con el convencimiento de que Cristo ha vencido a la muerte. Y eso lo cambia todo.