Arte y política - Alfa y Omega

Arte y política

Cristina Tarrero
Alegoría de la Villa de Madrid por Goya

En estos últimos meses situaciones políticas complejas han creado mucha desazón en los ciudadanos que hablan en corrillos y están alterados. Los españoles se quejan de los vaivenes políticos, pero nada es nuevo bajo el sol, y el arte no se mantiene al margen de estos cambios. Nuestra ciudad posee una prueba de ello.

En el Museo de Historia de Madrid se expone un lienzo llamado Alegoría de Madrid, pintado por Francisco de Goya. En él, la ciudad está representada por una mujer con una túnica rosácea que sostiene un óvalo en el que, inicialmente, se mostraba el rostro del monarca que estaba a punto de llegar, José Bonaparte. El cuadro había sido encargado por el Concejo de la Villa para ensalzar la figura del rey, pero en unos meses el recién llegado huyó, y Goya rectificó el lienzo introduciendo en el óvalo la palabra Constitución, pues se acababa de promulgar la de 1812.

Eran momentos de intensas transformaciones, y no estaba clara la postura del rey, por lo que se encomendó al pintor Felipe Abas que volviera a modificarlo y pintase de nuevo su rostro, ya que había huido de la ciudad pero seguía siendo el monarca. Pronto se confirmó que no volvería –las noticias no volaban como en la actualidad–, y se retocó de nuevo con la palabra Constitución.

Meses más tarde Fernando VII retornó a España y se modificó el óvalo con el rostro del nuevo rey. El trabajo fue muy rápido y el rey no quedó muy satisfecho, por lo que encargó a Vicente López una mejora del retrato. Pero este no fue el último cambio, pues el fallecimiento de Fernando VII animó a los regidores a sustituir el rostro del rey por la frase libro de Constitución.

Años más tarde se decidió que lo correcto sería incluir una fecha significativa para la historia de Madrid, el 2 de mayo, quedando definitivamente así. Lo curioso es que el cuadro surgió para ensalzar la figura de José I, que quiso ganarse el cariño de los españoles con políticas populistas y reformadoras que no le sirvieron para nada, y que huyó de España con una colección de arte importante. Pero de él nada queda en el lienzo. Aunque podemos estar contentos, ya que no realizó un cuadro de estas características a comienzos del siglo XX: en la década de los 30 se sucedieron 26 presidentes en los primeros cinco años.