El cardenal Brenes pide dejar la violencia y la confrontación en Nicaragua - Alfa y Omega

El cardenal Brenes pide dejar la violencia y la confrontación en Nicaragua

El Gobierno de Daniel Ortega prohibió el viernes las manifestaciones opositoras, y durante el fin de semana la Policía las disolvió a la fuerza

Redacción
Foot: REUTERS/Oswaldo Rivas

El cardenal nicaragüense Leopoldo José Brenes pidió el domingo abandonar la violencia y la confrontación que se ha seguido dando en las últimas manifestaciones contra el Gobierno de Daniel Ortega. «Esto es triste, es doloroso. Sobre todo que nos sigamos atacando entre nicaragüenses», aseguró Brenes a los medios de comunicación después de la Misa dominical en la catedral de Managua.

Las manifestaciones fueron disueltas o asediadas por la Policía, después de que el viernes se declararan «ilegales» las protestas que exigen el fin del régimen. En un comunicado emitido por la Policía, además, se amenaza con llevar ante los tribunales a quienes las organicen.

El cardenal, quien dijo sentir «dolor» después de ver que la Policía disolvió el sábado una marcha opositora al Gobierno y se llevó detenidos a varios jóvenes, insistió en que estas manifestaciones son «pacíficas» e instó a que permanezcan así.

Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado varias protestas contra el Gobierno de Ortega y un saldo de entre 322 y 512 muertos y más de 300 «presos políticos», según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.

«Las marchas violentas no tienen sentido»

«Yo exhortaría que las marchas fueran pacíficas, sin ofensas y que se eviten las confrontaciones», afirmó el cardenal. Reiteró que «toda marcha violenta no tiene sentido en el país» y abogó por caminar hacia «una cultura de la no violencia».

El cardenal admitió que durante los últimos días mantuvo una reunión con altos mandos de la Policía, a los que les manifestó sus «inquietudes» y sus preocupaciones.

La oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha responsabilizado al Gobierno de Ortega de «más de 300 muertos» en el marco de las protestas, así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.

Ortega rechaza todos los señalamientos e insiste en que se trata de un intento de «golpe de Estado».

Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron por las reformas fallidas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, que lleva en el poder once años.

Efe / Redacción