Zoe y Tempestad. Historia familiar de superación (y caballos) - Alfa y Omega

Zoe y Tempestad. Historia familiar de superación (y caballos)

Juan Orellana
Escena de 'Zoe y Tempestad'
Zoe y su padre junto al potro Tempestad. Foto: Nolita Cinema / Julien Panié.

Son muchas las películas que presentan a los animales como elemento de terapia para la superación de traumas. Esos animales pueden ser caballos —El hombre que susurraba a los caballos (R. Redford, 1998)—; aves —La familia Bloom (G. Ivin, 2020)—; lobos —El secreto de Vicky (D. Imbert, 2021)—; perros —Diecisiete (D. Sánchez Arévalo, 2019)— o un largo etcétera de ejemplos. En Zoe y Tempestad la protagonista es Zoe, una niña cuyos padres se dedican a la cría de caballos de carreras. Para ella el trato con los caballos es algo natural, que ha vivido desde que nació, pero un doloroso suceso le obligará a replantear no solo su relación con los animales, sino con su vida en general.

La cinta no trata únicamente de la citada relación terapéutica con los caballos, sino que es una película sobre el sentido de la familia y una historia de superación. En ese sentido se parece bastante a La familia Bloom, aunque en aquella era la madre y no la hija la que protagonizaba la trama. Los padres de Zoe, interpretados convincentemente por Melanie Laurent y Pio Marmaï, tienen que compaginar su misión parental con su absorbente trabajo, al ser los dueños del cada vez más costoso criadero. Curiosamente, la famosa actriz francesa trabajó en otra película similar, Mia y el león blanco (Gilles de Maistre, 2018).

Muy interesante es el personaje de Sébastien (Kacey Mottet Klein), un trabajador del establo con cierta discapacidad intelectual y que es quien mejor entiende a los caballos y, sobre todo, a Zoe. Esta es interpretada por tres actrices distintas, en función de la edad del personaje, ya que la trama transcurre durante 20 años de la vida de la familia. Sin duda es la Zoe de 12 años, interpretada por Charlie Paulet, la que nos da más juego dramático.

También los amantes de las carreras de caballos disfrutarán con una película que brinda numerosas escenas de competiciones hípicas, así como de maravillosas carreras libres por las inmensas playas de Normandía. La puesta en escena es muy clásica, inevitablemente algo televisiva dado el recorrido profesional del cineasta, que ha trabajado en más de diez series de televisión.

El director canadiense Christian Duguay tiene una trayectoria muy interesante. Se ha embarcado en diversos proyectos de la productora católica italiana Lux Vide, como las miniseries San Agustín o Pío XII (ambas del 2010). En 2015 dirigió la cinta familiar Belle y Sébastien: la aventura continúa, una historia de fe y amor en la que tenía un papel principal un perro mastín, Belle. En 2017 nos ofreció Una bolsa de canicas, una conmovedora autobiografía de Joseph Joffo, en la que relata sus experiencias como niño judío en plena ocupación alemana. La película obtuvo el Premio Alfa y Omega de cine al mejor actor.

En definitiva, estamos ante una película familiar, muy agradable, que exalta el valor de la vida, de la amistad, las relaciones familiares y el deseo de superación.

Zoe y Tempestad
Director:

Christian Duguay

País:

Francia

Año:

2022

Género:

Comedia

Público:

Pendiente de calificación

Cartel de 'Zoe y Tempestad'