Visita de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, a España. Que todos sean uno

Una respuesta suscitada por el Espíritu Santo ante este dramático reto del fin del milenio»: así definía el Papa a los nuevos movimientos suscitados en los últimos tiempos en la Iglesia, entre los que se encuentra el Movimiento de los Focolares, cuya fundadora, Chiara Lubich, comienza una apretada agenda en su primera visita a España. Ya estuvo en otra ocasión, en Santiago de Compostela, a petición del Papa con motivo de la IV Jornada Mundial de la Juventud, pero en esta ocasión Chiara se dirigirá a los distintos estratos de la sociedad y la Iglesia española, así como a los miembros del movimiento.

Su visita, que comenzó el martes pasado, tiene su primer encuentro hoy, en el monasterio de Montserrat, invitada por el abad, padre Josep María Soler i Canals. Allí se dirigirá a los monjes benedictinos en una conferencia sobre Comunión en la Iglesia: unidad entre los antiguos y los nuevos carismas. En la misma tierra catalana se dirigirá a los políticos y personal de Administración en el Parlamento, recibida por su Presidente, don Joan Rigol i Roig, con un discurso sobre La fraternidad como categoría política. Para finalizar su estancia en Cataluña, se reunirá con el cardenal Ricard Maria Carles, arzobispo de Barcelona, y con los jóvenes, a quienes hablará de la vocación.

De un interés especial serán los encuentros que tendrá en Madrid. El martes día 3 de diciembre participará, con la conferencia: Europa unida para un mundo unido, en la clausura del seminario organizado por el Movimiento Europeo. Al día siguiente, se reunirá con varios obispos españoles, al menos diez, y hablará sobre La nueva evangelización y la aportación de los movimientos eclesiales. Un discurso en el que les hará partícipes de la experiencia del Movimiento de los Focolares, fundados en 1943. Invitada por el cardenal arzobispo de Madrid, el día 6 se reunirá con los seminaristas de las tres diócesis madrileñas para mantener un coloquio con el Concilio Vaticano II de fondo.

Evangelización de la familia global

Los actos más esperados, sin duda, serán la inauguración en la localidad madrileña de Las Matas, el mismo día 6, de una nueva Mariápolis (Ciudad de María), acto presidido por el cardenal Rouco Varela; y el encuentro en Leganés (Madrid), los días 7 y 8 de diciembre, con todos los miembros del Movimiento de los Focolares en España, unos tres mil. Una visita comprometida en la que la fundadora de los Focolares tomará el pulso a una España donde los miembros de su movimiento tienen la responsabilidad de contribuir a la fraternidad, a la unidad, en la diversidad, dentro de la Iglesia católica, y entre los cristianos y comunidades eclesiales y fieles de otras religiones.

El Movimiento de los Focolares acaba de celebrar, en octubre, su Asamblea General, en Castel Gandolfo, en las cercanías de Roma. La Asamblea, que se convoca cada seis años, constó de dos partes, a las que asistieron los responsables a nivel central de todas sus ramas, y los responsables de las 72 zonas territoriales, de los 5 continentes, donde está difundido el movimiento. La Asamblea se convoca para proceder a la elección de Presidente, Co-Presidente vicario y Consejeros generales. Asistieron, en calidad de observadores, diez focolarinas y focolarinos de las Iglesias: Ortodoxa de Rumania, de Antioquía, Sirio-ortodoxa, Anglicana, Evangélica-luterana y Reformada de Holanda y Suiza. En representación de España estuvieron los responsables de los Focolares en Madrid, doña Joxepi Zubillaga y don Carlos Saura. Este último afirma, para Alfa y Omega, que, «como nunca, salí con la impresión de haber vivido la experiencia de la familia global desde el Evangelio». Es la primera vez que, en cada sesión de la Asamblea, participaban, como oyentes, los demás miembros de todo el mundo.

La primera parte de la Asamblea se dedicó a una profundización en los desarrollos del movimiento, difundido actualmente en 182 naciones, especialmente en los frentes de la comunión entre nuevos y antiguos carismas dentro de la Iglesia católica.

La segunda fase de la Asamblea fue dedicada a algunos días de retiro y a las votaciones. Momento culminante: la audiencia con el Papa, que entregó a Chiara Lubich un mensaje en el que les recordaba: «Vuestra actividad tiene en cuenta constantemente que las acciones concretas deben ser precedidas y animadas por una robusta espiritualidad de comunión, como principio educativo en los espacios en los que se plasma el hombre y el cristiano».

El Santo Padre acaba de regalar a la Iglesia un documento sobre el Santo Rosario, y en relación con ello, la fundadora de los Focolares pudo transmitir, en conversación telefónica, a todos los miembros de su movimiento la impresión de estos momentos: «Es un mensaje muy especial, en el cual el corazón del Papa se abre a nosotros, sus hijos, con una confianza excepcional, encomendándonos lo que más le importa en este momento».